"Llegar a Europa", esa es la respuesta que dan tantos jugadores, entrenadores y directivos de muchos equipos de primera cuando se les pregunta por sus objetivos de la temporada. Ya sea como un sueño o como una obligación, llegar a puestos europeos es la meta de muchos equipos de LaLiga Santander, siendo la gran ilusión de muchas aficiones. Pero ojo, que los sueños se pueden hacer realidad.

Lo hemos visto muchas veces, equipos que realizan una gran temporada llegando a puestos de UEFA Europa League (UEL), y que el año siguiente por falta de profundidad de plantilla y de preparación para llevar varias competiciones a la vez, se desinflan y lo pagan muy caro.

El primer problema, el económico. A diferencia de la Champions League, la segunda competición europea no es ningún seguro económico salvo que llegues muy lejos en la competición. Segundo, los desplazamientos. Lo vemos jornada tras jornada, como los equipos de Europa League tienen que hacer largos viajes para disputar la competición, a menos de 3 días de su partido de Liga, un desgaste que se paga. Y tercero, la cantidad de partidos, la competición es larguísima, en muchos casos comienza en julio, teniendo un máximo de hasta 21 partidos si juegas todas las rondas de la competición.

Y un caso ejemplar de estos riesgos lo tenemos en nuestra Liga con el RCD Espanyol, que reúne todos los requisitos para que salten las alarmas. Tras la heroica clasificación a Europa del pasado curso, nada más empezar la campaña ya está sufriendo la resaca de la celebración europea.

Como indicábamos, el fruto económico de la Europa League es más bien escaso, por lo que el Espanyol lejos de reforzarse, ha tenido que seguir vendiendo a sus estrellas para equilibrar sus cuentas.

Además de las bajas, el calendario UEL es muy exigente desde julio, dejando a los clubes casi sin vacaciones, con hasta 3 eliminatorias durante el verano.

A esta dura pretemporada, hay que sumar el desgaste de cada jornada con partidos los jueves, en muchas ocasiones en tierras lejanas. Como es el caso de la semana pasada, donde el Espanyol tuvo que jugar en Moscú contra el CSKA, a menos de 72 horas de enfrentarse en un duelo crucial al Real Mallorca en Liga. Aunque cosechó una gran victoria en Rusia, lo pagó caro en Liga recibiendo un contundente 2-0 ante el recién ascendido Mallorca.

Así, esta competición se convierte en una tortura para los equipos más modestos, pero a la vez en una ilusión y un reto que pueden llevarte al sueño de un título europeo, y a una clasificación directa para la Champions League. Y si no, que le pregunten al Sevilla FC (5 veces campeón) si esta competición vale la pena.