El Villarreal CF ha disputado competiciones europeas todas las temporadas desde su vuelta a Primera en 2013, pero ha finalizado el año en puestos de descenso. Analizamos las posibles claves del mal inicio del submarino amarillo.

El equipo se ha convertido por méritos propios en uno de los grandes de nuestra Liga en la última década. El club castellonense es un habitual representante español en competiciones europeas, sin ir más lejos en las últimas 14 temporadas su puesto más bajo en Liga ha sido 7º -a excepción del año del descenso en 2012 y su posterior temporada en la categoría de plata-, lo que es buena muestra de una regularidad envidiable por casi cualquier club. Sin embargo, esta temporada es diferente, y se encuentran peleando por la permanencia. Este mal rendimiento del equipo se puede dar a causa de varios condicionantes.

El sustituto de Bruno

Bruno Soriano es toda una institución en el club amarillo. Con más de 400 partidos es el jugador que más ha vestido la camiseta amarilla, con una influencia determinante en el juego del equipo. Pero los años pasan y lleva dos años sin jugar a causa de las lesiones. El joven Rodri encajó de maravilla en su rol y destacó por unas virtudes muy parecidas a las del eterno capitán. Pero entonces llegó el Atleti y Simeone lo reclutó para dirigir su centro del campo. A día de hoy, por una causa o por otra los recambios están muy lejos del nivel de Bruno y Rodri, Javi Fuego es mucho más defensivo y a su edad es más un parche que una solución, Cáseres sufrió una larga lesión a principio de temporada y apenas se le ha podido ver, Manu Trigueros es mucho más organizador, Fornals es más todoterreno e Iturra fue otro parche de emergencia debido a las numerosas lesiones. Incluso se intentó probar ahí a Funes Mori, sin éxito. Encontrar un mediocentro posicional de nivel debería ser fundamental para la recuperación del equipo. 

Desborde

El ya destituido Calleja apostó por un buen trato de balón pero una salida vertical y ofensiva, ahí se echó en falta a Samu Castillejo. El malagueño, que puso rumbo al Milan este verano, ofrecía técnica, talento, desborde y trabajo por la banda derecha. Esas características quedaron huérfanas en la plantilla, que incluso propició varios cambios de esquema sin éxito. Finalmente la aparición del canterano Samu Chukwueze -quizás la única noticia positiva en lo que va de temporada- consiguió paliar algo estas carencias.

La marcha de Antonio Cordón

El director deportivo estuvo 17 años en el Villarreal y ha sido uno de los grandes artífices de todo lo que se ha construido esta década. Su marcha al Mónaco en verano de 2016 -como curiosidad, construyó un equipo campeón de Liga en Francia y semifinalista de Champions- causó un vacío del que aún no se han podido recuperar. El propio Llaneza reconoció hace poco que se echa de menos el trabajo del antiguo director deportivo.

Falta de continuidad en el proyecto

El club tuvo 5 entrenadores en 12 años, entre los que se incluyen los 3 técnicos que dirigieron al equipo del año del descenso. 3 entrenadores en las últimas 3 temporadas confirman que algo ha cambiado en un club que se caracterizaba por la paciencia en los entrenadores y sus proyectos.