Dicen -sobretodo los que están entrados en años- que la edad no es más que un número en el DNI. Seguro que Jorge Molina y Charles están de acuerdo con esta afirmación, ya que entre ambos suman 22 goles… y 70 años. Estos dos veteranos delanteros son piezas clave en sus equipos y están reconocidos por méritos propios como dos de los mejores delanteros de LaLiga. Pero las similitudes entre Jorge Molina (36 años) y Charles (34) van mucho más allá de la edad. A ambos se les puede considerar unos auténticos obreros del fútbol; llegaron a la élite de este deporte relativamente tarde tras abrirse paso goleando durante años en Segunda y Segunda B.

Jorge Molina empezó a golear en la Tercera División valenciana. Alcoyano, Benidorm y Gandía serían sus equipos antes de volver a recalar en el Benidorm, esta vez ya en Segunda B. Allí 44 goles en dos temporadas le darían la oportunidad de jugar en Segunda División con el Poli Ejido, donde 30 goles después pondría rumbo a Elche para ser el máximo goleador de la categoría. El Betis puso los ojos en él para su proyecto de vuelta a primera y Jorge cumplió; 18 goles sirvieron para sellar el ascenso, donde por fin debutaría con 29 años.

Seis años estaría defendiendo los colores verdiblancos, durante los cuales un gol suyo en el Ciudad de Valencia significaría la clasificación para Europa League, donde también anotaría. Jorge Molina dejaría para los de Heliópolis 77 goles antes de poner rumbo a un Getafe recién descendido al cual volvió a ayudar para ascender con 22 goles. Hasta hoy, donde es capitán del equipo y toda una institución en el club.

Charles pondría rumbo a Portugal desde su Brasil natal con tan sólo 17 años para jugar en el Feirense. Desde allí llegaría al Pontevedra que por aquel entonces militaba en la Segunda División, desde donde descendió a Segunda B. Allí golearía durante cinco años antes de recalar en el Córdoba, donde ayudaría al equipo a jugar una promoción de ascenso. No tendría suerte en el play-off de ascenso con el Córdoba pero sí con el Almería la temporada siguiente, en la que anotaría 27 goles que le llevarían a firmar por el Celta ese verano. Como Jorge Molina. también debutó en Primera con 29 años, con gol incluido.

Fue importante en su primera temporada en el club gallego pero perdió protagonismo en la siguiente, así que puso rumbo a Málaga para reencontrarse con Javi Gracia, con quien había ascendido con el Almería y se volvería a repetir el mismo escenario que en Vigo; 12 tantos en la primera campaña y relegado al banquillo en la segunda. A sus 32 años le llega otra oportunidad en Primera de mano del Eibar, que no ha desaprovechado para seguir perforando redes.