Sí.

Los dardos en rueda de prensa hacia la propiedad han sido constantes. Un empleado no puede poner a la afición contra su jefe. 

Marcelino ha sido reticente a darle minutos a canteranos como Kangin Lee cuando la cantera es un pilar fundamental para el proyecto que propone Lim.

Un entrenador debe trabajar con lo que tiene y si no está contento siempre puede dimitir. Quejarse constantemente en rueda de prensa de la plantilla que tiene no ayuda a nadie.

Los objetivos deben marcarlos la dirección deportiva y la propiedad. Marcelino se ha dedicado a decir que habría que cambiar los objetivos y que él con su plantilla no lo veía probable. Si no creía en su plantilla mejor que estuviera fuera.

Lim ya lo mantuvo en el cargo y le otorgó confianza pese a su mala primera vuelta la pasada campaña.

Ya tuvo problemas similares en Villarreal que les hizo salir del club a punto de comenzar la temporada.

Durante todo el verano ha habido una guerra civil dentro del club que tenía que acabar.

No. 

Los resultados hablan por sí solos. Marcelino llegó a un Valencia sumido en la mediocridad y lo ha dejado tras dos clasificaciones a Champions, con unas semifinales de Europa League y como campeón de Copa del Rey.

Desde la llegada de Alemany por fin había en Mestalla un proyecto estable que se acaba de caer. La sensación es que la inestabilidad volverá al Valencia.

Marcelino contaba con todo el apoyo de sus jugadores, que no están nada contentos con la decisión y se ha roto el gran ambiente que había en el vestuario.

Está por ver si esto no supone también la salida de Mateu Alemany, al que los aficionados aman y que se ha convertido por méritos propios en uno de los mejores directores generales del fútbol español.

Los canteranos si que han tenido continuidad y han ido entrando en el equipo paulatinamente. Carlos Soler se ha hecho importante con Marcelino y Ferrán Torres cada vez contaba con más protagonismo.