Ha sido uno de los movimientos más mediáticos de este mercado de invierno, no por haberse desembolsado una gran cantidad de dinero ni porque sea un jugador que venda millones de camisetas, sino porque pocos años antes compaginaba su trabajo como albañil o camionero con los campos de fútbol de regional o tercera. Esta es la historia del ascenso de Enric Gallego, un currante del fútbol.

Se puede decir que en el fútbol nadie te regala nada, pero la frase cobra aún más sentido si hablamos de la carrera de Enric Gallego. Y fue difícil desde el principio, ya que tras acabar su etapa juvenil en el Buen Pastor, el club no sacó equipo senior en Regional, pero tampoco le dió la baja, por lo que no pudo buscarse nuevo equipo en dos temporadas completas. Finalmente podría competir con ellos y comenzaría su carrera en el fútbol amateur y semiprofesional por varios equipos catalanes de regional y tercera. Mientras tanto, compaginaba sus goles con diversos trabajos para poder sacar adelante a su familia.

Alzamora, Premiá, Espanyol B, Cornellá, Badalona y Olot fueron los clubes en los que jugó con más o menos éxito hasta que llegó el momento clave en su carrera; la vuelta al Cornell, el club donde mejor rindió.

En 2015 marcó 9 goles en un Cornellá que hizo una gran campaña y acabó 5º, y aquí comenzaría realmente la línea ascendente. Marcó 16 goles en la 16-17 y nada más y nada menos que 18 goles en la primera vuelta de la 17-19, que a la postre le haría ser el máximo goleador del Grupo III pese a que no jugó la segunda vuelta.

Y no jugó la segunda vuelta porque sus goles no pasaron desapercibidos para el Extremadura, que tenía un ambicioso proyecto para ascender a Segunda y no dudó en pagar la cláusula para llevárselo a Almendralejo. El veterano delantero no defraudaría, y marcaría 10 goles en 14 partidos siendo clave para el ascenso del conjunto extremeño.

Con el comienzo de esta temporada ya estaría en boca de todos. Acaba la primera vuelta como máximo goleador de Segunda División en su debut con 32 años pese a jugar en un equipo que lucha por la permanencia. Ha sido una de las grandes sensaciones de la temporada en segunda y por fin le llegó la ansiada llamada. La semana pasada jugaría en Primera División ante el Atlético de Madrid, completando su debut en segunda y primera en la misma temporada.

Enric Gallego se ha convertido en uno de los mejores ejemplos de que el trabajo y el esfuerzo tiene su recompensa, aunque tarde en llegar.