Tras la salida de Cristiano Ronaldo y la desaparición de Bale el proyecto del Real Madrid precisaba de una estrella. Eden Hazard llega en el mejor momento de su carrera para ser el nuevo jugador franquicia del Santiago Bernabéu.

Como hemos apuntado anteriormente, este Hazard es la mejor versión de sí mismo. La llegada de Antonio Conte lo evolucionó, dejando de ser un extremo regateador para ser un mediapunta total.

Eden ya es capaz de jugar también por dentro, usando el espacio que hay detrás del delantero como zona de influencia. Es capaz de ralentizar el juego cuando se requiere, regatear cuando es necesario y acertar con el último pase. A eso le sumamos un disparo duro y seco. El belga ya es un "10". Un perfil que puede compaginar muy bien con el talento para el desborde de Vinicius, Brahim o incluso Rodrygo mientras Hazard hace de cerebro en tres cuartas partes de campo.

El impulso de este fichaje no es solo futbolístico, también emocional. Entre las muchas carencias que ha acusado el Madrid esta temporada destacaba especialmente la de la ausencia de un líder, ese jugador que se eche el equipo a la espalda y pida el balón cuando las cosas no están saliendo bien. Quizás ese rol lo adquirió Vinicius, pero es demasiado pronto para que toda la responsabilidad recaiga en un chico de 18 años que acaba de aterrizar en Europa.

Hazard viene como capitán y líder de la genial selección belga que dejó un gran recuerdo el pasado Mundial, además de ser la estrella de un Chelsea dos veces campeón de la Premier y de Europa League, por lo que llega en el momento de madurez perfecto para asumir las responsabilidades y exigencias de un equipo aspirante a todo. Tiene personalidad y no se arruga; una buena muestra fue la pasada final de la Europa League en la que le brindó un espectacular último servicio al Chelsea.

Habrá que ver dónde le ubicará Zidane, si tiene intención de que parta desde la izquierda hacia el centro, o si le quiere por delante de los centrocampistas y por detrás de los delanteros. También está la incógnita de cómo afectará este fichaje a Vinicius, ya que su posición natural es arrancando desde la banda izquierda. Lo que sí es evidente es que el de Eden Hazard por el Real Madrid era un fichaje necesario.