No.

Debió ser destituido el pasado verano tras caer estrepitosamente en Anfield, tirando al traste el 3-0 en la ida y perdiendo la oportunidad de llegar a una final de Champions League 4 años después. Además, a las pocas semanas perdió la final de la Copa del Rey ante el Valencia para redondear un final de temporada fatídico para los culés.

No solo por este final de temporada debió ser cesado; el juego del FC Barcelona de Ernesto Valverde cada día es peor. Desde que llegó a Can Barça, decidió obviar el estilo de toque blaugrana, para centrarse en un resultadismo impropio de la filosofía del club, encerrarse para amarrar victorias y sobre encomendarse a Leo Messi en ataque. La afición culé está en contra de Valverde desde el principio, pero los campeonatos ligueros le han ido salvando.

Por fin la directiva encabezada por Bartomeu se ha dado cuenta que Valverde no es capaz de sacar el máximo partido a un plantel como el del Barça, y se ha cansado de ver cómo se dejan de aprovechar los últimos años de Messi a gran rendimiento. El mal juego, los desastres en Europa (ante Roma y Liverpool) y la falta de feeling con la afición son los 3 clavos que apuntalan la cruz de Valverde en el FC Barcelona.

Sí.

Al menos por ahora sí. Antes que nada, un entrenador que va líder en Liga y ha pasado de ronda como líder del grupo de la muerte de la Champions League (con BVB e Inter de Milán), no debe ser cesado a mitad de temporada por caer derrotado en un torneo menor como es la nueva Supercopa de España. Además, en la que su equipo realizó los mejores primeros 80 minutos de la temporada, aunque todo se echase por tierra en los últimos 10.

Por el bien del propio club no puedes cesar a un entrenador de la talla de Ernesto Valverde en un momento en el que está cumpliendo los objetivos en las grandes competiciones. Sería pegarte un tiro en el pie intentar rehacer el proyecto justo antes de los meses clave de la temporada. En un mes empiezan las eliminatorias de Champions y la liga se decide en los próximos 4 meses; cualquier entrenador que recale ahora en Can Barça solo podría limitarse a seguir una línea continuista en el juego, y tirar del mismo bloque, ya que no contará con margen para cambiar plantilla ni estilo cuando se te echan los partidos importantes encima.

Por último, destacar que Valverde no ha sido un cualquiera en el club blaugrana, recordemos que Ernesto Valverde recala en el FC Barcelona tras un mal año de Luis Enrique en el que solo se consigue la Copa del Rey, y ese mismo verano estalla el culebrón Neymar que acaba con la salida del brasileño al PSG. En este caos, Valverde consiguió enderezar la situación y ganar Liga y Copa del Rey, para la temporada siguiente volver a ganar la Liga y llegar a la final de la Copa del Rey. Ambos campeonatos ligueros ganados con muchísima solvencia y prontitud. Un entrenador con este historial merecía, al menos, acabar la temporada.