La globalización del fútbol y la Ley Bosman han ido apartando poco a poco al Ajax de Ámsterdam de los focos, pero hasta finales de los 90 el conjunto holandés era de los equipos más potentes de Europa. Su dominio europeo comenzó de la mano de un joven Johan Cruyff que ganaría tres Copas de Europa consecutivas en los años 70 con Rinus Michels en el banquillo. Más tarde el mismo Cruyff desde el banquillo evolucionaría el fútbol de control, ofensivo y de posesión siendo el máximo exponente del "fútbol total" con jugadores como Van Basten o Riijkaard.

Llegaría 1991 y desde la capital holandesa se volvería a innovar. Se sentó en el banquillo un joven Louis van Gaal que introdujo muchas novedades en los entrenamientos e implantó un 3-4-3 en rombo con dos extremos puros. No tardarían en llegar los resultados y gana la Copa UEFA en su primera temporada. Pero en el Ámsterdam se estaba cosechando algo mucho más grande.

En 1995 llegó la guinda a su proyecto. Confió en un grupo de jugadores jovencísimos, canteranos y prácticamente desconocidos, pero con un talento descomunal.

En la portería encontramos a un portero muy alto con un buen manejo con los pies. Su nombre es Edwin van der Saar y acabaría jugando más de 700 partidos en sus 22 años de carrera.

En el centro de la defensa encontramos al gran líder dentro del campo, el capitán Danny Blind, uno de los pocos veteranos importantes en el equipo que lideraba la defensa desde el líbero. Los flancos de la zaga lo ocupaban Reiziger a la derecha, que podía ocupar el lugar de central o lateral derecho, y a la izquierda Frank de Boer, un central zurdo con una calidad técnica enorme.  

La defensa estaría escoltada por un veterano Frank Riijkaard en su última temporada en activo, que ocuparía la posición de mediocentro defensivo o incluso central dependiendo de las circunstancias del partido. Junto a él otros dos interiores que acabarían siendo de los mejores centrocampistas del mundo, Clarence Seedorf y Edgar Davids. Ambos interiores aportaban tanto calidad técnica como presencia física. La guinda al centro del campo la pondría un joven Jari Litmanen, que jugaría en la mediapunta con mucha facilidad para llegar al área y finalizar jugadas. El mejor jugador de la historia de Finlandia se hincharía a meter goles.

Los dueños de las bandas serían Finidi a la derecha y Overmars a la izquierda. Dos viejos conocidos de nuestra liga que aportaban velocidad, verticalidad y desborde. La lanza de ataque la lideraría un joven Nwanko Kanu, un delantero nigeriano de 198 centímetros de estatura pero bastante ágil con los pies totalmente desconocido a su llegada a Holanda. Otros actores principales de este equipo fueron Ronald de Boer, hermano de Frank, o un jovencísimo Patrick Kluivert.

Este equipo ganaría dos ligas holandesas anotando la increíble cifra de 192 goles en dos temporadas, pero lo más difícil estaba por hacer.

Ese Ajax acabaría siendo campeón de Europa fascinando a todos con su juego. Un jovencísimo Patrick Kluivert de tan sólo 19 años marcaría el gol que le daría el título a cinco minutos del final ante el todopoderoso Milan de Capello, al que además derrotaron dos veces en la fase de grupos.