Las mejores finales de la historia de la NBA
La NBA es uno de los campeonatos de mayor seguimiento mundial de cualquier disciplina deportiva. Todas las estrellas del baloncesto quieren jugar en la mejor liga del mundo. Su historia está plagada de finales memorables que permanecerán escritas en el libro de oro de la competición.
¿Será la próxima final entre Miami y Denver una de estas finales míticas? En este artículo repasamos algunas de sus finales más recordadas, analizando las claves que las destacaron sobre el resto. Ya sabes que en Betway puedes conocer las cuotas de la final que se está celebrando y que está empatada a uno.
1969: Boston Celtics 4-3 Los Ángeles Lakers
Solo los más viejos del lugar podrán recordar esta hazaña. La de unos Celtics envejecidos venciendo fuera de casa a unos Lakers que contaban con estrellas como Wilt Chamberlain o Jerry West. Ambos equipos se enfrentaban dando lugar a lo que el tiempo ha designado como la gran rivalidad de la liga.
Pese a la ventaja de campo y a tener una plantilla más compensada, un excepcional Bill Rusell y un no menos legendario Havlicek dieron el título a una franquicia, los Celtics, que por entonces parecía inaccesible con once de los últimos trece títulos en su haber.
1980: Los Angeles Lakers 4-2 Philadelphia 76ers
Recién se inauguraba la década de los ochenta, cuando los Ángeles Lakers llegaron a una igualada final que les enfrentaba a los célebres Philadelphia 76ers de Julius Erving y Maurice Cheeks. En el quinto partido el pívot estrella de los Lakers, el mítico Kareem Abdul-Jabbar se lesionó de un pie, dejando a un jovencísimo Magic Johnson, de tan solo veinte años, al mando de las operaciones.
Johnson jugó de base, de alero, de pívot y de lo que hiciera falta en un memorable sexto encuentro en el que dio el título a los angelinos. 42 puntos, 15 rebotes y 7 asistencias le convirtieron en Magic para siempre.
1998: Chicago Bulls 4 - Utah Jazz 2
El último anillo de Michael Jordan retrotrae directamente a la jugada en la que, en un abarrotado Delta Center, le arrebata el balón a Karl Malone por atrás, recorre media cancha, para luego romperle la cintura a Bryon Russell y anotar uno de los lanzamientos más icónicos de la historia del baloncesto.
Pese a que los Jazz contaban con el factor cancha y se masticaba la revancha después de la derrota del año anterior, Jordan volvió a ser factor decisivo y dejó a la pareja Malone-Stockton sin anillo de campeón. Tras su sexto anillo de campeón, inició su segundo retiro (volvió años más tarde, en una intrascendente etapa con Washington Wizards).
2010: Los Ángeles Lakers 4 - Boston Celtics 3
Si en España algún anillo tiene relevancia histórica, ese es el de 2010. Pese a haber ganado un anillo un año antes contra Orlando Magic,el pívot de Sant Boi de Llobregat, Pau Gasol seguía siendo considerado “soft” en muchos medios estadounidenses (blando, en inglés).
En las finales de aquel año, a los Lakers les esperaba su archienemigo, los Boston Celtics de Garnett, Paul Pierce y Ray Allen, quienes les habían vencido dos años antes en las finales de la NBA. Con Kobe Bryant como estrella principal y el refuerzo de Metta World Peace (antes Ron Artest), Pau Gasol se redimió haciéndose dueño y señor de la pintura para imponer su ley y contribuir al anillo Laker, segundo y último de su carrera.
2016: Cleveland Cavaliers 4 - Golden State Warriors 3
Una de las finales más recordadas de la historia, la única en la que Lebron James logró vencer a la todopoderosa dinastía de los Warriors comandada por los splash brothers (Curry y Thompson) y Dramond Green.
Llegó a ir perdiendo Cleveland Cavaliers 1 a 3 las finales, pero en un final de serie antológico, con la imprescindible ayuda del pívot Kevin Love y el base Kyrie Irving, James reinó en el olimpo de la NBA derrotando a su enemigo más invencible. Para la posteridad queda el tapón de James a Iguodala y el triple decisivo de Irving, a la postre definitivo en el último envite. Los Cavs y los Warriors protagonizaron la rivalidad más sonada de la década.
2020: Los Ángeles Lakers 4 - Miami Heat 1
Sin duda, la final más atípica de la historia, por las circunstancias excepcionales que la rodearon. La pandemia mundial provocada por el COVID-19 condujo a la NBA a crear una burbuja de competición en Orlando, donde jugadores, miembros del equipo y la organización estuvieran monitorizados cada día y libres de cualquier síntoma de enfermedad. En esas condiciones, todos los equipos jugaron en el mismo espacio los playoff de aquel año, en jornadas maratonianas y sin apenas descanso.
Entre los dieciséis equipos finalistas, disputaron la final Miami Heat y los Ángeles Lakers, siendo estos últimos los ganadores. Lebron James se coronó MVP de las finales con la inestimable colaboración del pívot Anthony Davis, que estuvo sensacional. Pese a que Jimmy Butler opuso toda la resistencia que pudo por parte de Miami, no fue suficiente para alcanzar el ansiado anillo.