El Real Madrid se enfrenta al Real Valladolid en el Bernabéu con Casillas; Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo; Illarramendi, Kroos, James, Isco, Bale y Benzema. No, no ha habido un error al redactar la alineación. Ese es el once que presentó el club blanco en la temporada 2014-2015, cinco años después solo ha cambiado a Courtois por Casillas y a Casemiro por Illarramendi. Sin ir más lejos, la única novedad respecto al año pasado fue James, que vuelve de cesión.

A muchos sorprendió la vuelta de Zidane la pasada primavera, pero todos sobreentendimos que llegó para liderar la revolución en una plantilla bastante desgastada por la edad y los títulos. "Conmigo es difícil seguir ganando, hay que hacer cambios", apuntó el técnico francés en mayo del pasado año.

La realidad es que no ha habido revolución, no ha salido nadie de los importantes de los nuevos fichajes solo Hazard está llamado a ser titular. Los más de 300 millones invertidos este verano no se antojan suficientes para mejorar una plantilla que a priori se ha alejado aún más del Barça y quizás del Atleti. 

A la falta de ilusión por parte de la afición no ha ayudado la preocupante pretemporada y el partido ante el Valladolid. La sensación es que el equipo arrastra las mismas carencias de las últimas dos temporadas, eso sí, salvada la primera con la Champions ante el Liverpool aunque el equipo ya daba muestras de desgaste acabando a años luz del Barça en liga.

El centro del campo sigue roto y el equipo sufre mucho en las transiciones. No es algo que parezca que se pueda solucionar con un fichaje de un mediocentro a última hora. Ni Pogba ni Neymar deberían ser un buen parche para arreglar estos problemas.

Parece que el plan del Real Madrid está claro. Ante un mercado inflado y que se ha vuelto loco, el club blanco está aprovechando los créditos que otorgan ganar 3 Champions en 4 años para sembrar la semilla del futuro. El club ha apostado por Vallejo, Vinicius, Odegaard, Brahim, Kubo o Rodrygo a los que se le suman los recién llegados Jovic, Mendy o Militao para hacer un equipo que pueda volver a dominar el fútbol mundial. Pero hasta entonces el aficionado madridista deberá tener paciencia.

¿Mejorará su imagen el Madrid ante el Villarreal el próximo fin de semana?