El Atlético de Madrid llega en el mejor momento de la temporada. Los colchoneros en marzo eran un equipo totalmente diferente al de ahora. Diciendo adiós a LaLiga en enero, eliminados de Copa del Rey en febrero y fuera de los puestos de Champions en marzo, parecía que su temporada estaba perdida. Pero luego llegó Anfield.

La hazaña de los de Simeone en el estadio del vigente campeón de la Premier League, de Europa y del mundo, en un partido para recordar, cambió la dinámica de los atléticos. Aunque llegó el parón de 3 meses, parece que a los colchoneros no les afectó y mantuvieron el estado de ánimo de Anfield. Eso ha hecho que el Atlético firme una fase final de Liga casi perfecta, remontando posiciones con mucha facilidad hasta alcanzar un aceptable tercer puesto final. Recuperando a jugadores clave para la causa como Koke, Llorente, Diego Costa o Joao Félix, que por lesiones o mal estado de forma no estaban en marzo, la plantilla colchonera parece otra. 

Y aún más optimistas podemos ser con el nuevo formato. Las eliminatorias a un solo partido benefician a un club como el Atlético, ya que, compitiendo a un partido, los del Cholo son capaces de igualar a cualquiera. Además, el sorteo les ha beneficiado. Un cruce ante la cenicienta como es el RB Leipzig y unas supuestas semifinales ante el PSG, es un camino que cualquier club hubiese firmado para plantarse en una final de Champions League. El Atleti lo tiene en su mano. 

NO

Le beneficie el formato o le beneficie el sorteo, el Atleti no es uno de los favoritos para ganar la Champions League. No puede ser en una competición en la que están transatlánticos del fútbol como Bayern de Múnich, Juventus de Turín, Manchester City, Paris Saint Germain, Real Madrid o FC Barcelona. Equipos que superan a los colchoneros tanto en plantilla como en presupuesto.

Se ha instalado la idea de que al Atlético de Madrid le beneficia jugar a un solo partido. Pero lo cierto es que en los últimos años el Atleti ha llegado a dos finales de Champions League, pasando todas sus rondas a doble partido contra equipos durísimos, como Bayern o Barcelona, y justo la ronda que no pudo superar nunca fue la final, que se disputa a un partido.

Para el Atleti este era un año de transición. Un año en el que se fueron pilares fundamentales del club estos últimos años, como son Godín, Juanfran, Felipe Luis, Lucas Hernández, Rodri o Griezmann, y llegó un nuevo bloque de jugadores jóvenes que deben ir asentándose en el club. Este Atlético se parece más al equipo que en febrero tenía la temporada casi perdida que al que tras un milagro elimina al Liverpool, y los milagros pasan una vez.

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