Sergio Scariolo lo ha vuelto a conseguir. Todos los integrantes del equipo han puesto su granito de arena para conquistar “la medalla más inesperada”, pero el trabajo y las arengas del técnico han sido realmente fundamentales. 

Nadie duda de su capacidad técnica y táctica, lo ha demostrado durante años en diferentes equipos y especialmente con la selección española de baloncesto.

La preparación íntegra de los partidos, esa mejoría que experimentan sus pupilos, el conjunto de tácticas en ataque y esa defensa en forma de tela de araña para sus oponentes, se han aunado para conquistar una medalla en la que pocos creían; pero él sí lo hizo, y convenció al equipo de que todo era posible hasta el final.

Sergio sabe sacar rendimiento a todos sus jugadores, los implica al máximo y utiliza el significado de la palabra equipo en su mejor definición. Convence a todos de la importancia de estar unidos, de apoyarse, de compartir y de aportar lo mejor de sí mismos, para luchar por el objetivo sea cual sea su rival, y siempre creyendo en sus posibilidades. Así los jugadores salen a la cancha, con la idea firme de que pueden derrotar a cualquiera.

Tras la victoria por 88-76 en la final contra Francia, Scariolo aseguró que se encontraba “extremadamente feliz” y reconoció que este oro tuvo un sabor especial “porque hay mucho trabajo detrás”, así como que se siente orgulloso de haber superado a equipos muy fuertes como su rival en la final.

“Entramos a este torneo siendo octavos en el 'Power Ranking' y fuimos ganando puestos paso a paso. Hemos dejado atrás a equipos increíbles, el último es un equipo extraordinario lleno de jugadores de Euroliga, NBA, de nivel top, 'All-Stars'. Ha sido genial ver el ranking final y ver que estamos por encima de esos equipazos”, valoró.

Aunque, como hemos dicho, para el técnico, esta ha sido la medalla “más inesperada”, no ha sido “la más dura”. “También en el Mundial nos daban quintos en el 'Power Ranking' al inicio de la competición. Eso no lo hacen los aficionados de la calle, lo hacen los profesionales, porque se basan en las individualidades que los equipos presentan, pero se empezarán a enterar de que nosotros tenemos también tenemos algo más a nivel colectivo que nos permite multiplicar los valores individuales”, señaló.

La confianza que inspira a sus jugadores se ha visto más que nunca reflejada en este Eurobasket con la actuación de Hernangómez. Como ha confesado el propio Willy, Scariolo le metió en la cabeza la idea de que podía ser el pívot más determinante del torneo, y de menos a más terminó como “MPV” del Eurobasket.

El técnico reconoció que lo necesitaban si querían ser campeones. “Es algo que hablamos al principio. Teníamos que poner a alguien en la lista de los tops. No teníamos a nadie entre los 15 primeros esperados y le dije 'lo siento, pero eres el tío, así que mueve el culo y lidéranos’, y estoy muy contento por él y por sus compañeros. Ha sido un viaje muy divertido. Hemos jugado un gran baloncesto”, explicó.

Sobre su labor a lo largo de todo el campeonato europeo Sergio comentó: “Para mí era más duro antes, cuando tenías jugadores de mucho más talento, personalidad, acostumbrados a ser estrellas. Aquí la gestión ha sido sencilla. Hemos podido, gracias a la humildad y a la falta de ego, llevar la propuesta técnica y táctica a un nivel alto”.

Está claro que Scariolo es un hombre de resultados, nada ostentoso, ni en la cancha, ni en la vida real. Además de dirigir en la la Liga ACB, en el Real Madrid y el Unicaja, también lo hizo en las ligas rusa, italiana y en la NBA, para regresar a España en el 2009 como seleccionador nacional.

Scariolo está casado desde hace 25 años con la ex jugadora de baloncesto de élite y campeona de Europa, Blanca Ares Torres. Ambos dirigen la Fundación Cesare Scariolo, nombrada así en honor al padre del entrenador, y que tiene como objetico ayudar a niños con leucemia u otros cánceres. La fundación ofrece ayuda en los tratamientos y en la investigación, además de ayuda psicológica a pacientes y familiares.

Fruto de su matrimonio son Carlota de 19 años y Alessandro, de 20 años. Al igual que su padre, este se dedica al baloncesto. Canterano del Unicaja, juega de alero en los Manhattan Jaspers de la liga universitaria estadounidense y en 2019 logró un campeonato europeo sub-18 con la Selección Española.

Con el Eurobasket 2022, Sergio Scariolo suma la octava medalla de su palmarés y la cuarta de oro en un torneo continental. Ha igualado al soviético Stepan Spandaryan y ya solo le supera el mítico Aleksander Gomelsky. “Un hito así lo comparto con todo el mundo, pero para mí solo es un sitio más en la sala de trofeos y a pensar en el siguiente”.