Desde el talento del baloncesto, hasta el tacticismo del fútbol americano, pasando por la disciplina del atletismo o la épica del boxeo, todos los deportes han tenido su reflejo en la gran pantalla. Directores y actores reputados no han podido resistirse a la emoción y sentimientos que desata el deporte, los cuales conocemos en Betway a la perfección. Te resumimos algunas de las películas más aclamadas de todos los tiempos.  

El buscavidas (1961)

Aunque todavía no tenga la consideración de ser deporte olímpico, el billar es uno de los deportes de precisión y fortaleza mental más populares y, sobre todo, más cinematográficos. Sobre el mundo del billar gira la maravillosa El buscavidas, donde Paul Newman da vida al talentoso y arrogante Eddie Felson, un crack del billar dispuesto a llegar a lo más alto desafiando al Gordo de Minnesota. La película es un “noir” con historia de amor incluida y el canto de sirena de la ambición siempre presente. Tuvo una segunda parte, El color del dinero, con Tom Cruise como protagonista.

Rocky (1976)
La gran saga de boxeo de la historia del cine que protagonizó el mítico Silvester Stallone, le valió el salto a la fama y dejó una primera película para el recuerdo. Escrita por el mismo Stallone, la película narra el camino de un boxeador desconocido, tímido y de clase baja, hasta disputar la final del título mundial de los pesos pesados. Le espera nada menos que Apollo Creed, un campeón del mundo más que afianzado que espera un simple sparring con el que seguir en la cúspide. La película tiene como escenario los bajos fondos de Filadelfia y un puñado de personajes secundarios ya míticos. Una película que se hizo con tres estatuillas de los Oscars (mejor película, director y montaje) y que encumbró al actor de ascendencia italiana.

Toro Salvaje (1980)

Si con Rocky el boxeo cinematográfico llegaba a la épica, con Toro Salvaje, bajaba a los infiernos. Martin Scorsese rodó una de sus películas más brutales con este retrato sobre la autodestrucción de un boxeador violento e incontrolable, que indaga en lo más oscuro de la condición humana. Robert De Niro, aquí Jake la Motta, es un púgil con tanto talento como ira acumulada dentro de su alma. De Niro ganó 27 kilos de pura fibra para interpretar uno de los grandes papeles de su carrera y llevarse el Óscar y el Globo de Oro en una actuación para el recuerdo. 

Carros de fuego (1981)
Una de las mejores bandas sonoras de la historia envuelve este delicioso drama olímpico sobre dos jóvenes británicos, uno judío y el otro cristiano, que disputaron los Juegos Olímpicos de París 1924. Hugh Hudson dirigió esta película británica que se alzó con 4 Oscars y un Globo de Oro. En la película, Harold, judío, simboliza el talento, mientras Eric, cristiano, es la imagen del esfuerzo. Ambos, tan diferentes, pero tan iguales, viven una ruta de superación que les conduce hasta la gran final. La música de Vangelis le aporta una épica inigualable.   

Space Jam (1996)
Divertida mezcla de acción real y animación para todos los públicos que ha pasado a la historia por contar entre sus protagonistas con algunos de los mejores jugadores de la historia del baloncesto. El argumento no puede ser más surrealista, los Looney Tunes decidirán su permanencia o no en la tierra jugando un partido de baloncesto contra una panda de extraterrestres matones, los Nerdlucks, quienes han adquirido las habilidades de estrellas de la NBA. Cuando todo parece perdido, deciden pedir ayuda nada menos que a Michael Jordan, quien les ayudará a intentar lograr su objetivo. La película producida por Warner Bros tuvo una recaudación de 250 millones de dólares. Luego tuvo su continuación, pero como dice el dicho, las segundas partes nunca fueron buenas.  

Un domingo cualquiera (1999)

Con un director aclamado en Hollywood, Oliver Stone, y un elenco de actores que quita el hipo comandado por un sensacional Al Pacino, este filme puede que sea la mejor película de fútbol americano de la historia. Con una puesta en escena sensacional, una tremenda verosimilitud en el juego y diálogos excepcionalmente escritos, Stone narra la decadencia y resurgir de los Miami Sharks, y ya de paso hace un retrato de lo que significa ser un deportista de élite sometido a la máxima exigencia. La mercantilización del deporte, la pérdida de los valores y la toma de decisiones son algunos temas que se entrecruzan en este drama deportivo que ha quedado en la memoria colectiva.

Invictus (2009)

Basada en el libro de John Carlin "The Human Factor: Nelson Mandela and the Game That Changed the World", Invictus es mucho más que una película deportiva. Mezcla política, lucha racial, derechos humanos y evolución social. Dirigida con el inconfundible sello de Clint Eatswood y protagonizada por Morgan Freeman y Matt Damon, que interpretan a los personajes de Nelson Mandela y al capitán de los Springboks, François Piennar, respectivamente. Invictus relata el camino de Sudáfrica hasta la final de la Copa Mundial de Rugby de 1995, un recorrido lleno de épica y emoción de alto valor simbólico. La victoria sudafricana fue utilizada por Mandela para unir un país que había pasado siglos separado por la segregación racial.

Moneyball (2011)
¿Se puede convertir el deporte en ciencia estadística? Ese es el tema de una película donde Brad Pitt encarna la figura de Billy Bane, nuevo director general del equipo de béisbol de los Oakland Athletics, un equipo dramáticamente acostumbrado a la derrota. Bajo la dirección de Bane, el equipo comienza a emplear el estudio estadístico para la toma de decisiones, desde aspectos concretos del juego, hasta la frecuencia de lesión, la negociación o la política de fichajes. El resultado, un equipo que pasa de la más absoluta mediocridad a los puestos nobles de la clasificación. La película, por su manera de tratar el management, la comunicación y la negociación ha sido frecuentemente utilizada en escuelas de negocios como referente de gestión y de que, a veces, menos, es más.

Rush (2013)

Muchas lo han intentado, pero captar la esencia de la fórmula 1 contando uno de sus capítulos más míticos solo lo ha llevado a la excelencia Rush, dirigida por Ron Howard y protagonizada por unos excelentes Chris Hemsworth y Daniel Brühl. Los actores recrean una de las rivalidades más icónicas de la competición, la que se estableció entre James Hunt y Niki Lauda en la década de los setenta y que tuvo su punto culminante en 1976, cuando ganó Hunt el campeonato por un solo punto. El filme es toda una demostración de emoción, adrenalina y amor al deporte de las cuatro ruedas. Los dos personajes, de personalidades absolutamente contrapuestas son el ying y el yang de una película que fusiona a las mil maravillas acción y deporte.

Estas son algunas de las mejores películas sobre deportes de todos los tiempos. Filmes que pueden alegrar una tarde de domingo tanto o más como una maratón de partidos de fútbol a los que apostar en Betway Sports.