Apenas dos años ha durado la trayectoria del Sevilla sin ir de la mano de Monchi. Veinticuatro fichajes y cuatro destituciones de entrenadores después la dirección deportiva hispalense se vuelve a poner en manos del icono del sevillismo.

Las cosas no han ido del todo bien por el Pizjuán. Pese a llegar por primera vez a cuartos de final de Champions y a la final de la pasada Copa -donde fueron barridos por el Barcelona-, no se consiguieron clasificar para jugar Champions League tras un baile de banquillos por los que pasaron Berizzo, Montella y Caparrós.

Esta temporada comenzó de forma ilusionante bajo el mando de Pablo Machín pero la temporada se ha desmoronado en apenas un mes y medio con las eliminaciones de Copa, mostrando una pésima imagen en el Camp Nou, ante un rival infinitamente menor como el Slavia Praga en Europa League y el descalabro en LaLiga que lo ha alejado de puestos de Champions.

Machín ha sido la última víctima de un proyecto que se tambalea precisamente desde que Monchi dejó el club para afrontar nuevos retos. El Sevilla es víctima de su propia exigencia, ya que toda la entidad está de acuerdo de que hay que dar un paso adelante y ya nadie se conforma con la Europa League. 

En su primera rueda de prensa Monchi se mostró ambicioso: “No estoy aquí por ser sevillista, estoy aquí porque el proyecto que me ha ofrecido el Sevilla considero que es el mejor”, apuntó. A favor tiene que se mantiene gran parte del equipo de trabajo que estaba en su anterior etapa, en contra que las exigencias del club son mucho mayores que en su primera etapa.

¿Qué ha cambiado en el club para su vuelta? Principalmente Monchi tendrá plenos poderes. Pasa del antiguo puesto de director deportivo al de director general, jerárquicamente por encima del primero. Formará con libertad su equipo de trabajo y además previsiblemente contará con un presupuesto bastante mayor al de su primera etapa

Para empezar cuenta con muchos frentes abiertos. El más importante es elegir entrenador para la próxima temporada ya que nadie cuenta con que Caparrós sea el entrenador para liderar un nuevo proyecto. Las renovaciones de Banega y Sarabia son otro punto caliente, además de la de Mercado que finaliza en junio o Ben Yedder que puede oír cantos de sirena. Además deberá decidir si ejecutar la opción de compra por Andrés Silva valorada en 39 millones de euros.

El Sevilla de Monchi 2.0 arranca desde ya.