Los tránsfugas de El Clásico
Repasamos a 10 jugadores de los últimos 40 años que vistieron la camiseta del Real Madrid y FC Barcelona.
Bernd Schuster (22 de diciembre de 1959)
El centrocampista alemán llegó a España en 1980. Núñez le fichó para el FC Barcelona procedente del FC Köln, donde coincidiría también con Maradona y florecería como futbolista. Anotó 63 goles tras 160 partidos antes de coger el puente aéreo en 1988 para fichar por el Real Madrid, club que abandonaría en 1990 para probar suerte en el tercer grande de España: el Atlético de Madrid. Se retiró después en el Bayer Leverkusen.
Volvería años más tarde al club blanco como técnico.
Luis Enrique (8 de mayo de 1970)
El seleccionador nacional jugó en el Real Madrid cinco temporadas, procedente del Sporting de Gijón, donde deslumbró desde las categorías inferiores. Se incorporó en 1991 y marcó 15 goles en 157 tantos con la elástica blanca.
Pero en 1996 cambió de aires y se enroló en el FC Barcelona post-Cruyff. Allí estaría ocho temporadas, hasta que se retiró en 2004 como capitán culé y tras haber marcado 73 tantos en 207 encuentros.
Durante su carrera destacó por su carácter y polivalencia, ya que era capaz de amoldarse a cualquier posición del centro del campo, la de delantero e, incluso, el lateral derecho.
Michael Laudrup (15 de junio de 1964)
Uno de los futbolistas con más talento que ha visto La Liga española en los últimos 30 años también disputó El Clásico con ambas camisetas. El FC Barcelona lo fichó de la Juventus en 1989 y se convirtió en piedra angular del Dream Team de Cruyff con el que conquistó cuatro ligas y una Champions. Después fichó por el Real Madrid de Valdano con el que conseguiría su quinta liga consecutiva en dos temporadas como merengue.
El que está considerado como mejor jugador de la historia del fútbol danés también militó en el Ajax de Ámsterdam.
Robert Prosinecki (12 de enero de 1969)
El croata coincidiría con Luis Enrique en FC Barcelona y Real Madrid. Recaló en el club blanco como uno de los jugadores más cotizados de Europa tras su buen papel en el Estrella Roja. Estuvo tres temporadas en las que disputó 73 partidos y marcó una docena de goles. Luego pasó por el Oviedo para regresar a un grande entre 1995 y 1997. Cruyff lo fichó, pero sus dos años en Barcelona fueron testimoniales.
Gheorge Hagi (5 de febrero de 1965)
Un casi similar al del futbolista croata. Llegó al Real Madrid en 1990 procedente de aquel Steaua de Bucarest que ganó una final de Liga de Campeones al FC Barcelona en 1986. En dos cursos disputó 84 partidos y marcó 20 goles antes de fichar por el Brescia italiano.
Su gran actuación en el Mundial de USA 94 subió de nuevo su cotización y el FC Barcelona depositó grandes esperanzas en él, pero no estuvo a la altura (51 partidos, 11 goles).
Luis Figo (4 de noviembre de 1972)
El cambio de aires más traumático y explosivo. Luis Felipe Madeira Figo era un estandarte del FC Barcelona post cruyffismo. Uno de los capitanes y, sin lugar a duda, uno de los jugadores más talentosos del equipo entre 1995 y 2000.
Florentino ganó las elecciones y puso la primera piedra de la era “Galáctica” con su fichaje por 10.000 millones de pesetas. Una contratación que desestabilizó al eterno rival y que trajo el odio eterno al portugués en Can Barça.
Disputó 494 partidos en España en los que anotó 103 goles.
Ronaldo Nazário (18 de septiembre de 1976)
Uno de los mejores jugadores de todos los tiempos llegó al FC Barcelona en 1996 con 18 años recién cumplidos y tras haber sorprendido a media Europa en el PSV Eindhoven. Su impacto fue brutal desde el principio y para siempre quedará la imagen de Bobby Robson llevándose las manos a la cabeza tras su icónico gol al Compostela.
Estuvo solo una temporada como blaugrana (47 goles en 49 partidos). Las desavenencias con la junta directiva le llevaron a fichar por el Inter de Milán, donde militaría de 1997 a 2002, aunque con recurrentes problemas de rodilla. Tras el Mundial de Corea y Japón recuperaría el estatus perdido y Florentino le añadió a su nómina de grandes jugadores a golpe de talonario. Con el Real Madrid anotaría 104 goles en 177 partidos oficiales, agrandando su leyenda.
Albert Celades (29 de septiembre de 1975)
Un caso menos conocido. El centrocampista catalán, criado en la Masía, estuvo cuatro temporadas en el FC Barcelona desde que debutase en 1995. Pasó luego un año por el RC Celta antes de que el Real Madrid sorprendiese con su contratación en el año 2000 con el objetivo de equilibrar su medular. Estuvo otros cinco años como merengue, en los que jugó cerca de 60 partidos.
Javier Saviola (11 de diciembre de 1981)
El Conejo Saviola aterrizó en Barcelona en 2001 como una de las más firmes promesas del panorama internacional. Tuvo actuaciones destacadas, pero nunca alcanzó las expectativas creadas. Jugó cuatro temporadas completas y en otras dos estuvo cedido a Mónaco y Sevilla, respectivamente. Con el FC Barcelona marcó 70 goles en 168 partidos.
En 2007 se le acabó el contrato y fichó por el Real Madrid que entonces presidía Ramón Calderón. Estuvo en el club blanco dos temporadas, pero las oportunidades para el menudo delantero brillaron por su ausencia y apenas anotó 5 goles en 29 duelos como merengue.
Samuel Eto’o (10 de marzo de 1981)
El ídolo camerunés se unió a la cantera del Real Madrid en 1997, con apenas 16 años. Fue cedido a Leganés, Espanyol y Mallorca en los años en los que formó parte de la entidad blanca, con la que tuvo un total de 7 exiguas participaciones.
Fichó por el Mallorca, donde actuó 5 temporadas en las que marcó 70 goles. Números que le llevaron a Barcelona, donde marcó una época junto a Ronaldinho y compañía, y logró 130 goles en 199 choques.