Desde el 20 de noviembre, cuando se disputó el Qatar-Ecuador en el Estadio Al Bayt, hasta el 18 de diciembre, día de la gran final, el fútbol ha sido el epicentro del deporte mundial. Hacemos un resumen de lo que ha sido un evento histórico y accionamos la cuenta atrás para el siguiente Mundial, que se celebrará en 2026 en Canadá, Estados Unidos y México.

Argentina logra la tercera estrella

Tras los títulos de 1978 y 1986, Argentina consiguió su tercer Mundial al superar en los penaltis a Francia tras haber terminado el partido en empate a tres. Lionel Messi marcó dos goles y Di María uno durante el tiempo reglamentario. Por el lado francés, Mbappé anotó los tres tantos de su equipo. Montiel convirtió el penalti definitivo en la tanda, convirtiéndose en el héroe inesperado.

A pesar de perder en su debut ante Arabia Saudí, Argentina demostró ser la justa campeona del torneo. La selección que dirige Lionel Scaloni se clasificó como primera de su grupo ganando a México y Polonia, superó a Australia en octavos, a Países Bajos en cuartos y a Croacia en semifinales.

Messi, el mejor del torneo

Lionel Messi exhibe en su sala de trofeos particular cuatro Champions League, una Copa América y siete Balones de Oro, entre muchos otros trofeos. Desde el 18 de diciembre ha añadido a su palmarés el único título de prestigio que le faltaba y que le sitúa en un lugar reservado a los dioses del Olimpo futbolístico: la Copa del Mundo.

Lionel Messi anotó siete goles en siete partidos en Qatar, siendo el capitán y el estandarte de la albiceleste. Su papel fue crucial para que su selección ganara un título que se le resistía desde hace 36 años. Su exhibición futbolística le valió, además, para ganar el premio al mejor jugador del torneo.

Mbappé se consuela con la Bota de Oro

Kylian Mbappé tuvo que conformarse con la medalla de subcampeón del Mundial. Sus ocho goles no fueron suficientes para revalidar el título que ya logró hace cuatro años en Rusia. Sin embargo, de lo que sí puede presumir es de haber conseguido la Bota de Oro del torneo.

El jugador del PSG presentó sus credenciales a rey de este deporte en el futuro, una vez han abdicado Neymar y Cristiano, y con un Messi al que, irremediablemente, se le acaba la gasolina.  Mbappé sostuvo a su equipo durante todo el campeonato y, muy especialmente, en la final.

Los otros galardones individuales del torneo fueron para Enzo Fernández (mejor jugador joven) y Emiliano Martínez (mejor portero).

Marruecos hace historia

Marruecos se convirtió en el equipo revelación del torneo al llegar a semifinales, convirtiéndose en la primera selección africana de la historia en pasar de cuartos. El conjunto dirigido por Walid Regragui sorprendió a propios y extraños al clasificarse como líder de un grupo que compartía con selecciones ilustres como Bélgica y Croacia.

‘Los leones del Atlas’ apearon a España en octavos de final y a Portugal en cuartos. Solo una poderosa Francia pudo despertar del sueño a un equipo que quedará grabado para siempre en la memoria colectiva, con actuaciones brillantes de jugadores como Ounahi, Achraf Hakimi, Hakim Ziyech, Sofyan Amrabat y Yassine Bounou.

Un Mundial lleno de sorpresas

El Mundial de Qatar se recordará como el Mundial de las sorpresas. Selecciones con menor peso a priori se han sublevado ante las históricas dando lugar a resultados asombrosos. El primero fue la derrota de Argentina, a la postre campeona del torneo, en su primer partido ante Arabia Saudí.

Alemania también debutó con derrota frente a Japón, que sorprendería a su vez a España. Túnez venció a Francia y Corea del Sur hizo lo propio con Portugal. Por su parte, Brasil cayó ante Camerún en la fase de grupos y contra Croacia en cuartos de final.

Decepciones alemana, belga, española y brasileña

Algunas selecciones llamadas a hacer algo grande en esta Copa del Mundo cayeron estrepitosamente, escenificando sonoros batacazos. Alemania y Bélgica, dos de las grandes favoritas al título, no pudieron pasar de la fase de grupos. Los teutones se fueron a las primeras de cambio, logrando solo una victoria en tres partidos. El equipo de Roberto Martínez, por su parte, quedó por detrás de Croacia y Marruecos.

Se esperaba mucho más de la España de Luis Enrique, que abandonó el torneo en octavos tras caer en penaltis frente a Marruecos. Brasil también se vio obligada a preparar las maletas antes de tiempo, al ser incapaz de vencer en octavos a la Croacia de Modric, que acabaría como tercera clasificada.