Al animarnos a comprar un teléfono móvil nuevo, un televisor más moderno o un ordenador más potente, podemos dejar de lado los dispositivos más antiguos. Estos, que fueron útiles en otro momento, pueden tener varios destinos: ganar un nuevo uso, quedarse inutilizado en casa, ser donados o vendidos a alguien o desecharse, especialmente si están dañados.

En el casino online Betway hemos reunido a una serie de expertos para analizar qué es el e-waste o los residuos electrónicos, qué impacto tienen en nuestra sociedad y cómo podemos deshacernos de ellos de modo respetuoso con el medio ambiente. 

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Dependiendo del caso, este aparato electrónico antiguo se convierte en lo que se llama e-waste, o residuo electrónico. Cualquier cosa que tenga un enchufe o una batería (desde afeitadoras hasta las freidoras eléctricas) y que ya no tenga su utilidad original puede considerarse una basura electrónica.

Hernani Dimantas, investigador colaborador en Sobrevivência Planetária (Supervivencia Planetaria) de la Universidad de São Paulo (USP) y fundador y coordinador de proyectos sobre residuos electrónicos comenta que e-waste no se constituye tan sólo de los aparatos rotos, como solemos pensar. Según el investigador, “el principal generador de basura es la obsolescencia programada, es decir, aparatos que funcionan, sin embargo ya no tienen la capacidad para utilizarse para lo que se han fabricado”.

Un buen ejemplo de obsolescencia son los smartphones y los ordenadores actuales que todavía funcionan, pero no pueden ejecutar programas actuales ni actualizar software, por lo que se ralentizan y bloquean.

Se trata igualmente de un ciclo de la industria: las empresas fabrican productos más avanzados, con nuevas tecnologías, y a medida que cambiamos los aparatos, se generan toneladas de desechos que se deben tratar de una manera especial – ya que los electrónicos tienen elementos tóxicos.

Por un lado, la industria de la tecnología genera millones de empleos alrededor del mundo, además de mucho lucro – de las 10 empresas más valiosas del mundo según Brand Finance, 5 abarcan directamente la producción de electrodomésticos. Pero en el otro lado de la balanza, también es altamente perjudicial para el medio ambiente. Según los datos de la ONU, se producen aproximadamente 50 millones de toneladas de residuos electrónicos anualmente.

La información global más reciente viene del estudio Global E-waste Monitor el cual apunta que sólo en 2017 se produjeron 44,7 millones de toneladas de e-waste, lo que equivale al peso de 4,5 mil torres Eiffel. Es como si cada persona en el mundo produjera seis kilos de este tipo de basura  – Europa y los Estados Unidos son responsables de la mitad de los residuos producidos anualmente.

Por cierto, el ranking de los mayores productores de e-waste en el mundo, actualmente, es China, Estados Unidos, Japón, India, Alemania, Reino Unido y Brasil, en respectivo.