Está claro que los robots no son seres humanos y la inteligencia artificial ya ha empezado a darles quebraderos de cabeza a los viejos casinos. Libratus, un bot con inteligencia artificial diseñado por un profesor de ciencias y uno de sus estudiantes de doctorado, ganó a cuatro de los mejores jugadores de póquer del mundo en un torneo de veinte días de Texas Hold’Em en 2017.Las probabilidades de que Libratus ganara eran de 4 a 1 y su éxito ha sido tal que ha aceptado un trabajo jugando a juegos de guerra para el Pentágono. Sí, en serio.

Esta no es la primera vez que las máquinas superan en inteligencia a los expertos: desde el ordenador Deep Blue que hace veinte años derrotó al campeón del mundo de ajedrez hasta la inteligencia artificial que analiza contratos legales mucho más rápido y de forma más eficiente que los abogados con experiencia.Todo esto nos conduce a un futuro incierto en el que los robots pueden considerarnos redundantes.

Pero ¿es aún pronto para que nosotros, costales de carne, demos la bienvenida a nuestros nuevos amos robóticos? A continuación vamos a echar un vistazo a algunos de los principales aspectos de nuestras vidas para ver quién se impondrá, si el ser humano o la máquina.

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Empresas y empleo

Tal vez piensas que se te da bien tu trabajo, pero ¿cómo crees que te iría en comparación con un robot? Algunas de las empresas más grandes, como Adidaso Amazon, ya confían en las máquinas por ser considerablemente más rápidas, más fuertes y más precisas que sus homólogos humanos.No es de extrañar que esta tecnología sea muy popular entre las empresas, pero los simples mortales están preocupados y con razón por la mayor presencia de robots en los lugares de trabajo.

Se calcula que hasta una quinta parte de la población activa mundial podría perder su trabajo en 2030 por la automatización basada en robots, lo que afectaría al 20 % de los empleos en el Reino Unido. Los operadores de maquinaria y los trabajadores del sector alimentario son los más vulnerables, pero algunos puestos imprevistos también están en riesgo. Google ya ha dado a conocer su bot con IA avanzada llamado Duplex, que entabla «conversaciones sofisticadas» y completa tareas administrativas como concertar citas.Los robots se están adentrando incluso en los sectores creativos. Unos 850 artículos de la cobertura electoral estadounidense del The Washington Post en 2016 fueron escritos por un programa robot de noticias llamado Heliograf.

Por suerte, los expertos de las grandes tecnológicas como Google, Facebook o Uber prevén que solo hay un 50 % de posibilidades de que los robots asuman todos los trabajos de los humanos en 120 años. Un robot puede realizar tareas en un laboratorio, pero manipularlos para que trabajen en el mundo real es otra historia. Por ejemplo, en un entorno hospitalario, un robot puede imitar una conversación natural, pero no tendría los matices de las emociones humanas como la simpatía y la empatía, indispensables en el impredecible sector médico.

Y lo que es más importante, nuestros compañeros robóticos podrían mejorar las perspectivas de empleo. Un informe del Foro Económico Mundial defiende que las IA podrían generar 133 millones de puestos de trabajo en 2022 al liberar a los trabajadores para que hagan nuevas tareas. Podemos preverun aumento en analistas de datos o especialistas en redes sociales, así como en trabajos «humanos» como profesores y en personal de atención al cliente. 

Esto no ocurrirá de la noche a la mañana, y los gobiernos ya han sido avisados para que preparen mecanismos de protección para todos los empleados que puedan ser sustituidos por la IA. No obstante, dado que los robots «mejoran enormemente» la productividad de los trabajos que ya existen, los humanos tendremos oportunidades laborales nuevas y más apasionantes.

Relaciones personales

Gracias a los algoritmos de las aplicaciones como Tinder, Bumble y Hinge, ya hemos empezado a confiar en la IA para encontrar pareja y tener citas. Existen aplicaciones dedicadas a determinados tipos de personalidad y a lo que buscas en una pareja, ya sea creencias religiosas (JDate para judíos solterones), intereses comunes (Tastebuds para melómanos) o, en el caso de Hater, buscar personas que odien lo mismo que tú. Y estos algoritmos serán cada vez más complejos. Según eHarmony, la IA podrá predecir la compatibilidad sexual en 2025.Son buenas noticias si estás muy ocupado o eres demasiado tímido como para salir y conocer gente a la vieja usanza.

Pero para algunos, los humanos ya no son suficiente. Un número cada vez mayor de personas está a favor de que las máquinas participen en otros aspectos más íntimosde sus vidas amorosas. Havas entrevistó a más de 12.000 personas de 32 países y descubrió que el 25 % de los milenials estarían abiertos a tener una relación con un robot y que consideran normal que los humanos desarrollen sentimientos hacia un robot o incluso que se enamoren. David Levy, autor de un libro sobre el amor entre humanos y robots, ha llegado a predecir que los matrimonios con robots serán legales en 2050.

Es normal pensar que eso sería una descabellada pesadilla distópica sobre el mundo de las citas y que los seres humanos no sucumbiremos a enamorarnos de una máquina (al menos no en este siglo). Pero lo cierto es que puede ocurrir antes de lo esperado. La industria de la tecnología sexual ya es enorme —está valorada en 30.000 millones de dólaresy su crecimiento anual es del 30 %— y realiza ventas estratosféricas de muñecas sexuales animadas o de teledildos, que permiten tener relaciones sexuales con tu pareja sin necesidad de estar físicamente con ella.

Si a eso le añadimos que nos estamos volviendo emocionalmente dependientes de las máquinas, tiene sentido que las relaciones entre humanos y robots sean cada vez más frecuentes.Aunque la seguridad laboral sea la principal preocupación de la sociedad en torno a los robots, es posible que sea en nuestra vida privada donde los androides se abran paso. Se acabaron esas primeras citas incómodas o las rupturas conflictivas, tu alma gemela puede estar en la ciencia ficción.

Salud

¿Cuántas veces al día compruebas el contador de pasos para ver cuántas calorías has quemado? Ya sea en tu smartwatch, en tu teléfono o en un dispositivo de seguimiento de actividad, estas píldoras de información son cada vez más difíciles de ignorar. No obstante, los expertos están decididos a implementar más tecnología en el ámbito sanitario. Estamos hablando de médicos robot que conozcan nuestros cuerpos mejor que nosotros y de cirujanos cíborgs que nos salven la vida.

La nanotecnología ya es muy importante en cirugía, concretamente en cirugía bucal, donde se han desarrollado minúsculos nanorobots para reducir el dolor y el tiempo de recuperación.La tecnología del futuro también se aplica en el diagnóstico, sobrepasando en algunos casos lo que pueden hacer los médicos mejor preparados. Un sistema de IA puede predecir infartos o derrames cerebrales de forma más precisa que su compañero humano.Otra tecnología de IA puede detectar el riesgo de cáncer antes de que los síntomas aparezcan 30 veces más rápido que un médico humano, con una precisión del 99 %.

Y si esto no fuera suficiente, pronto estaremos nosotros mismos formados por nanorobots. Unos científicos están trabajando en un ordenador hecho a partir del ADN que viviría en nuestras células y analizaría cualquier fallo en nuestra secuencia genética, como el desarrollo de células cancerígenas. Cuando se detectara algún fallo, el ordenador «reiniciaría» el sistema, destruyendo las células enfermas y reduciendo el riesgo de cáncer o enfermedad.

Confiar en los robots para que lleven a cabo operaciones complejas puede ser demasiado para algunos, pero tiene sentido. Los errores quirúrgicos están generalmente provocados por errores humanos. Los cirujanos no son inmunes al cansancio o al estrés, da igual lo comprometidos que estén con su profesión. Los robots, por su parte, no sufren ni cansancio ni estrés.

Este es el motivo por el que los expertos creen que los robots médicos trabajarán con los humanos en vez de sustituirlos completamente.Los rasgos humanos como la empatía no se pueden copiar a una IA y siempre habrá tareas manuales que los robots nunca podrán completar. Un humano siempre será quien realice una RCP, ya que sabrá exactamente la presión y la velocidad que debe usar conforme avance el tiempo y lo que es más importante, cuándo parar.

Los médicos también tienen un método de trabajo no lineal y son capaces de pensar más allá para lograr a un diagnóstico correcto. Todos estos factores dejan a las máquinas en desventaja respecto a los humanos, por lo que los médicos pueden respirar tranquilos sabiendo que los robots no harán peligrar sus trabajos.

Medio ambiente

Algunos políticos, activistas e incluso el gran David Attenborough han advertido de las graves consecuencias del cambio climático, a la par que la deforestación y la contaminación también causan estragos medioambientales.Gran parte de esta preocupación radica en el espacio y la energía necesaria para mantener una población cada vez más elevada en el mundo moderno, por lo que los robots han llegado para deshacer parte de los daños.

Por ejemplo, en Australia está GrowBot, que es capaz de plantar árboles 10 veces más rápido que un ser humano reduciendo costes a la mitad.En lugar de semillas, estos robots plantan árboles ya crecidos, que es más probable que crezcan con éxito en una nueva localización. El equipo de GrowBot espera implantar 4.500 máquinas como esta para revitalizar los bosques del planeta.

En otro lugar de Oceanía encontramos al RangerBot. Este robot ha sido diseñado para matar a la estrella de mar corona de espinas, una de las tres principales amenazas de la Gran Barrera de Coral.Con una precisión del 99,4 %, el robot libera una sustancia tóxica que solo es nociva para esta estrella de mar. Y mientras que seis submarinistas solo pueden abarcar la mitad de la Gran Barrera en un año, seis RangerBots pueden abarcarla 14 veces en ese mismo periodo. El RangerBot también puede hacer un seguimiento y recopilar ratos sobre el blanqueamiento del coral, la calidad del agua y la contaminación, y está suscitando un creciente interés para utilizarlo en otras barreras de coral del mundo.

Por otro lado, una araña robótica llamada Latro trabaja con material nuclear en las piscinas de combustible localizando, separando y deshaciéndose de los residuos.Esta máquina realiza mejores trabajos de limpieza que los humanos y no tiene que preocuparse por estar expuesta a una radiación potencialmente dañina.

Aunque esta tecnología puede ayudar a salvar el mundo, también podría provocar algún daño colateral. Una avería grave podría derivar en la emisión de sustancias químicas tóxicas a la atmósfera, y los robots necesitan bastante energía para funcionar.Por tanto, podría ser insostenible para el medio ambiente que están intentando salvar. Además, los robots están fabricados con materiales perjudiciales, que son peligrosos para el planeta si no se reciclan adecuadamente. Con la llegada de la robótica biodegradable, estas creaciones podrían llegar a vivir, morir y descomponerse sin causar daños medioambientales, durando mucho más que sus creadores.

Deportes

La película de 2011 Acero puro se desarrolla nueve años en el futuro, donde todos los boxeadores—incluido su infausto líder, el futuro gran showman Hugh Jackman—son sustituidos por robots.Aunque se manejan por control remoto, estos robots boxeadores poseen las habilidades motrices de los humanos y luchan con el equilibrio y el movimiento fluido de los púgiles más expertos.

Estamos a un año del futuro que imagina Acero puro y no parece que los robots de lucha estén tan avanzados. Sin embargo, desde el estreno de la película, un puñado de droides osados se ha vuelto, sin duda, más expertos en el deporte.

En la competición anual RoboCup participan robots futbolistas impulsados por inteligencia artificial. Si bien en este momento la tecnología es bastante primitiva, los organizadores esperan reunir un equipo de robots capaz de vencer a los seres humanos ganadores del Mundialen 2050.Está por ver si un equipo de androides puede superar el tiki-taka español o el estilo y la elegancia de Brasil, aunque en baloncesto, la robótica está algo más avanzada. Olvídate de LeBron James, CUE, el robot baloncestista,tira a canasta con un 100 % de aciertos. La media actual de la NBA es del 77%.

Por otra parte, hay máquinas como el BotBoxerque ayudan a los deportistas a entrenar de forma más eficaz. A pesar de no ser un robot boxeador como los de Acero puro, el BotBoxer sigue siendo un sparring ideal para el combate.Por medio de sistemas de reconocimiento, analiza los movimientos de los pies del boxeador y la posición de su cuerpo para determinar su postura y predecir dónde va a golpear, antes de dar consejos para mejorar la técnica. A diferencia de los entrenadores humanos, BotBox nunca se cansa y está disponible las 24 horas del día, lo que permite a los boxeadores practicar todo el tiempo que quieran antes del combate. Unos avances parecidos se han logrado en el golf, a la vez que el aprendizaje automático influye cada vez más en el entrenamiento deportivo y en la exploración, ya que los algoritmos pueden registrar los datos mucho más rápido que los humanos.

Es poco probable que las máquinas sustituyan completamente a los deportistas humanos. Tal y como defiende un artículo de MakeUseOf, parte del atractivo del deporte profesional es la incertidumbre, algo que los robots programados no pueden ofrecer.Los entrenadores humanos, al igual que los deportistas, tampoco serán sustituidos completamente, ya que existen dudas sobre si las máquinas llegarán a entender completamente factores como la psicología humana. Dicho esto, para 2030 se espera que los robots sustituyan a los árbitros asistentes para eliminar los errores humanos en el arbitraje.

Alimentos y bebidas

La industria alimentaria y de bebidas ha sufrido en los últimos años un crecimiento significativo gracias a empresas emergentes como Deliveroo o UberEats, que han revolucionado los modestos pedidos a domicilio. Estas empresas están llevando al siguiente nivel su declaración de principios de «transformar la forma en la que los clientes comen» con la incorporación de envíos con drones. 

El reparto a domicilio con drones ya se ha probado en Islandia, aunque pensando más en los conductores que en los clientes, ya que evitan circular por las carreteras largas y peligrosas del país.Ahora, UberEats planea implantar los envíos con drones en 2021. El consejero delegado de la empresa declaró que «una de las claves para resolver los problemas de movilidad en las ciudades serán las hamburguesas voladoras».

No obstante, las hamburguesas voladoras y el reparto a domicilio con drones a los que no se les tiene que dar propina no es la única forma en la que las máquinas están abriéndose paso en el mundo de la alimentación. Se calcula que el mercado de la robótica en el sector alimentario y de bebidas, por ejemplo, tendrá un valor de 2.500 millones de dólares en 2022, y un estudio le otorga un potencial de automatización del 87 %. Esto significa que solo un 13 % de las comidas y bebidas no podrán ser completadas por un robot.

No solo se refiere a la producción, sino también a la forma en la que se sirven los productos. Desde los bármanes robot de Japón al personal de autoservicio de Canadá con IA, el sector alimentario ya está dando pasos hacia un futuro automatizado.

Por si no fuera poco, la robótica está empezando a cambiar la manera en la que la comida llega a los vendedores. En un intento de encontrar una solución a la falta de mano de obra y al aumento de la edad media de sus habitantes, Japón implantó en 2017 una plantación gestionada por robots. Todas las tareas, salvo la plantación de las semillas, está automatizada y la intención de la plantación es reducir los costes laborales y mejorar la productividad en un 1000 %, pasando de 50.000 a 500.000 lechugas recogidas a diario. 

La automatización no solo está superando al trabajo humano en el sector alimentario y de bebidas; incluso a los espantapájaros les ha salido competencia. El llamado Super Monster Wolf, que no mide ni un metro de alto, ha sido diseñado como un elemento disuasorio activo contra los animales intrusos que intentan robar los cultivos de los agricultores. Este lobo parece un animal real, aunque sus parpadeantes ojos rojos y su aullido digital lo delatan. Los agricultores japoneses están comprando o alquilando estas criaturas para evitar que los jabalíes se acerquen a sus cultivos de arroz.

Viajes

Imagina unas vacaciones en las que un robot te lleve el equipaje, te registre en el hotel y se convierta en tu guía turístico mientras exploras ese destino. Suena bien, ¿no? Lejos de ser una fantasía futurista, ya es una realidad para muchos turistas, pues los robots y la tecnología de aprendizaje automático se están adentrando en el sector turístico.

Es el caso de TravelMate, una maleta robótica que emplea la tecnología de detección de colisiones para seguir automáticamente a su dueño como si fuera una especie de perrito robot para que los afortunados humanos nunca tengamos que volver a cargar con nuestro equipaje. En algunos aeropuertos, los robots Leo y KATE de la empresa SITA ayudan a los pasajeros con su equipaje o les hacen la facturación. El objetivo es acabar con las colas interminables en los mostradores de facturación.

Los robots también trabajan en los hoteles. El robot asistente de entregas llamado acertadamente Dash (ir de prisa, en inglés) lleva el servicio de habitaciones a los huéspedes del hotel mucho más rápido y de forma más precisa que los humanos. Algo parecido es Connie, una conserje robot que responde en varios puntos a las dudas de los huéspedes de la prestigiosa cadena hotelera Hilton. Estas dudas suelen ser consultas rutinarias como las indicaciones al aeropuerto o pedir un taxi, pero pueden ser algo más personalizadas como recomendaciones de restaurantes, lo que supone una herramienta muy útil para los hoteleros cuando están muy ocupados y reduce las quejas.

Para los que disfrutan del océano, el bar biónico de Royal Caribbean está regentado por dos bármanes robots capaces de servir dos bebidas por minuto hasta un total de 1.000 bebidas al día. Por una vez, parece que los bármanes biónicos van a pasar a un segundo plano en comparación con los humanos. Sheldon Wiley, originario de Arizona, ostenta el récord Guinness por preparar el mayor número de cócteles en una hora: la friolera de 1.905.

Aún existen dudas sobre cómo actúan los robos en comparación con los humanos en otros aspectos. Según un estudio realizado por Travelzoo, el 70 % de los encuestados creen que a los robots de atención al cliente les cuesta comprender el lenguaje informal, los dialectos locales, la ironía o el sarcasmo, lo que puede echar más leña al fuego de aquellos viajeros frustrados por sus vacaciones. Algo similar se desprende de un estudio de SITA Lab que refleja que, aunque preferimos utilizar servicios automatizados para tareas simples como la facturación o la recogida de maletas, preferimos hablar con otras personas si se trata de problemas relacionados con el viaje o con la documentación.Así que, aunque los robots puedan facilitarnos el viaje de muchas formas, los seres humanos seguimos teniendo, por ahora, las de ganar.

Entonces, ¿quién se impondrá?

La regla básica del juego es que «la banca siempre gana». Sea en el juego que sea, ya sea en el casino online o uno convencional, la suerte está siempre del lado del casino y, según la Investopedia, «por cada millón de dólares que se apuesta en la ruleta... el casino espera embolsarse un beneficio algo superior a los 50.000 $». Paradójicamente, esto es lo que hace que la gente siga jugando: la suerte puede estar en su contra, pero a la gente le encanta pensar que ellos van a ser los que se forren. Y ya sea contando cartas o esperando a que una máquina tragaperras dé el bote, los seres humanos tenemos muchos ases guardados bajo la manga para intentar ganarle a la banca.

Si hablamos de eficiencia, por desgracia, los humanos no somos rival para los robots. Gracias a su velocidad, habilidad y precisión casi perfecta en todos los sectores, los robots no cometen ninguno de los fallos que nos hacen ser humanos. 

Sin embargo, nuestros marcados rasgos humanos hacen que sea el ser humano el que, en definitiva, se imponga. Por mucho que alabemos los beneficios de los espectaculares avances tecnológicos que ya están a nuestro alcance, nada podrá sustituir el placer simple pero necesario de la interacción humana.

Lo que nos falta de eficiencia lo compensamos con las emociones. ¿La fiebre por el Mundial habría llegado a Inglaterra el verano pasado si su selección hubiera sido sustituida por un puñado de robots? ¿Realmente derramarías una lágrima al ver a tu futura esposa cíborg con un vestido de novia?

Está genial que los robots nos faciliten todos los aspectos de nuestra vida. Pero por suerte para nosotros, parece que los humanos somos irremplazables.