En primer lugar, y para aquellos que no sepan qué es la UFC (Ultimate Fighting Championship), hemos de resaltar que es la compañía promotora y organizadora de los combates de artes marciales mixtas (MMA) con mayor relevancia mundial. Es decir, el deporte es MMA, mientras que UFC la empresa que desarrolla la competición y organiza los diferentes eventos. No obstante, su popularidad en los últimos tiempos ha auspiciado que ambos conceptos se confundan, aunque el primer evento de la UFC data de 1993.

En este sentido, la MMA es un tipo de lucha que aglutina múltiples disciplinas bajo un mismo paraguas (boxeo, jiu jitsu brasileño, lucha, kickboxing, muay thai, karate, judo…) y con unas reglas que, en su origen bebían del valetudo, pero que ahora se condensan en estos cuatro aspectos básicos:

  • Cada asalto tiene una duración de 5 minutos. El número de asaltos por combate varía dependiendo si hay un título en juego o no.
  • El árbitro de un combate de MMA es el único con poderes para detenerlo.
  • Todos los combates se puntúan por tres jueces cualificados situados en distintas zonas alrededor del ring con forma octagonal.
  • No está permitido dar cabezazos, meter el dedo en los ojos, morder, escupir, meter el dedo en la boca del oponente, golpes en la ingle, manipulación de articulaciones de los dedos, golpes a la columna vertebral, golpes a la garganta o agarrar la tráquea, pellizcar, patear o dar rodillazos a la cabeza de un oponente cuando yace en el suelo.

De este modo, y jalonada por pesos (de pluma a pesado), la competición de UFC ha ido ganando adeptos en los últimos años por motivos que van desde el variopinto espectáculo que ofrecen los luchadores provenientes de diferentes disciplinas, la menor limitación de golpes y ataques por las reglas, la adaptabilidad de la propia organización a los tiempos que corren y coyunturas como el Covid-19, así como haber explotado el auge de la competición femenina.

Factores, todos ellos, que explican un crecimiento que, si lo trasladamos a cifras, nos deja que, según la agencia Moody´s, los ingresos totales de la UFC en 2020 fueron de 890 millones de dólares, 200 más que en 2016. La cadena ESPN lo vio venir y se hizo en ese mismo año con los derechos de las diferentes competiciones y eventos de la UFC. El resultado; un éxito rotundo, como así demuestra que la reciente pelea entre el ex campeón Khabib y el showman irlandés McGregor se saldase con 2.4 millones de compras en pago por visión.

Un crecimiento exponencial que ha dejado al deporte de contacto por antonomasia, el boxeo, con una imperante necesidad de renovarse si quiere volver a tener la porción más grande del pastel que forman los aficionados (aunque aún no lo sepan) a los deportes de contacto.

Las artes marciales mixtas vienen haciéndolo mucho mejor en este respecto. En primer lugar, porque el hecho de simplificar las divisiones, campeonatos y organizaciones en comparación con el mundo pugilístico ha propiciado que los aficionados disfruten de los mejores combates con mayor asiduidad. Estos lo agradecen y la espera para las pugnas más destacadas no se dilata tanto en el tiempo como en el boxeo.

Pero otra de las razones que definitivamente hizo que la UFC ganase más y más espectadores durante el 2020 fue su rápida reacción a la pandemia. Fue el primer deporte en regresar en Estados Unidos y ya por mayo empezaron a ganar aficionados al boxeo ávidos de acción a través de sus retransmisiones, algo que tuvo un empujón mayor con la creación de la “Fight Island”, una burbuja en Abu Dhabi para que luchadores de todo el mundo pudiesen competir sin sufrir las restricciones impuestas por Estados Unidos durante la pandemia.

Iniciativa que fue un éxito y que relanzó la UFC durante los meses en los que la inmensa mayoría de los deportes entraron en “stand by”. Así, empieza a desbancar al boxeo como principal deporte de contacto, aunque habrá que ver si acontecimientos mayúsculos como el combate entre Tyson Fury y Anthony Joshua de este año devuelve la gloria perdida al cuadrilátero en detrimento del octágono o, por el contrario, las artes marciales mixtas toman definitivamente la delantera.

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