Rafa Nadal y su relación con el Abierto de Australia
Nuestra infografía analiza por qué Nadal ha tenido dificultades para repetir su éxito en el Open de Australia comparado a otros torneos.
Rafael Nadal es uno de los mejores tenista de la historia.
Cada año, el manacorí escribe una nueva página de su leyenda en el circuito ATP. Un libro repleto de éxitos donde destacan sus once títulos de Roland Garros, que lo convierten en el primer hombre en vencer once veces en el mismo Grand Slam. Una carrera deportiva impecable en la que también ha conseguido levantar tres trofeos de US Open, dos de Wimbledon y un Abierto de Australia.
A pesar de ello, el torneo australiano sigue siendo el gran tachón en la trayectoria del balear. Además, un nuevo título en la superficie dura del Melbourne Park, en el que las apuestas de tenis lo sitúan para ganar, le situaría como el único tenista que ha ganado dos veces los cuatro grandes en la Era Open.
Hay que remontarse hasta el año 2009 para encontrar la primera y única victoria de Rafa Nadal en el Abierto de Australia. Con apenas 23 años, el tenista de Manacor venció en la final al suizo Roger Federer por 7-5, 3-6, 7-6(3), 3-6 y 6-2. Un triunfo con el que se convirtió en el primer español en ganar todos los grandes, sin embargo, no fue ni mucho menos un camino de rosas para él.
Un gran ejemplo de la dificultad que supuso este torneo para el tenista español, en comparación con otras competiciones, fue la seminifinal frente a su compatriota Fernando Verdasco. Un encuentro que ha quedado registrado para la historia como unos de los partidos más largos del torneo, con una duración total de 5 horas y 14 minutos, en el que Nadal consiguió pasar a la final venciendo por un ajustadísimo 6-7 (4-7), 6-4, 7-6 (7-2), 6-7 (1-7) y 6-4. Fue después de este partido cuando Nadal declaró ante la prensa que, con un calendario tan extenso y con un volumen de torneos tan alto, la superficie dura dificulta mucho más que la de hierba o tierra batida.
Desde entonces, el torneo australiano ha sido un terreno inexpugnable para el balear, aunque ha conseguido alcanzar la final hasta en tres ocasiones en las últimas nueve ediciones. Si bien es cierto que el manacorí no es un jugador experto en superficie dura, como quedó demostrado en su racha de hasta tres años sin ganar un trofeo en cemento, existen otros factores y circunstancias que han influido en los récords de Nadal en Australia.
¿Por qué a Nadal le cuesta más el Abierto de Australia que otros torneos?
Primer Grand Slam de la temporada
El Abierto de Australia supone el primer gran torneo de tenis del año para los principales jugadores de este deporte. Teniendo en cuenta las estadísticas del jugador español, este factor es determinante a la hora de llegar en una forma física optima al torneo.
Sólo ha conseguido alzarse con el título en una ocasión, sin embargo, en comparación con otros torneos que se celebran más cerca del final de temporada, como, por ejemplo, Roland Garros que, con un total de 11 triunfos, se ha convertido en el tenista que más veces se ha alzado con el trofeo, o bien, el Abierto de EE.UU., donde ha sido campeón en tres ocasiones.
Fijándonos en sus registros estadísticos, en comparación con sus números generales, no hay una gran diferencia entre los partidos ganados frente a los perdidos. A lo largo de su carrera, Nadal ha ganado en solitario 918 encuentros (82,93%) y ha perdido 189 (17,03%), numeros similares a los que acumula en el Abierto de Australia, donde registra un porcentaje positivo de 82,1% de victorias.
Seguramente, el motivo principal por el que a Rafa Nadal le favorecen más los torneos celebrados más cerca de culminar la temporada es porque el tenista llega más rodado y con una mejor forma física, ya que, como explicaremos a continuación, han sido varias las veces que el tenista ha tenido que abandonar esta competición por lesión.
Un torneo marcado por las lesiones
La relación entre el tenista mallorquín y las lesiones es bastante extensa, más todavía si nos centramos en el Abierto de Australia. A continuación, mostramos los años en los que el tenista español se ha visto afectado por las lesiones en este torneo:
- 2006: No pudo participar por sufrir unos fuertes dolores de espalda.
- 2010: Mientras disputaba la final contra Andy Murray, se vio obligado a abandonar el encuentro por lesión en la rodilla derecha.
- 2013: Estuvo ausente en el torneo por una lesión en la rodilla, perdiéndose además los Juegos Olímpicos de Londres del año anterior por la misma lesión.
- 2014: En su tercera final australiana, con Stanislas Wawrinka como contrincante, Nadal sufrió fuertes dolores de espalda que, aunque le permitieron terminar el encuentro, fueron determinantes para que el suizo se alzara con la victoria
- 2018: En los cuartos de final, el manacorí tuvo que volver a abandonar el torneo por unas molestias físicas surgidas en la pierna derecha.
En conclusión, Nadal ha sufrido un lastre de lesiones que no le han hecho brillar en este torneo lo mismo que en otros Grand Slam donde se ha coronado más veces como campeón.
Temperaturas extremas
El Abierto de Australia es un torneo que se caracteriza por sus altas temperaturas.
Al ser el primer Grand Slam de la temporada, se disputa en el mes de enero, coincidiendo con el verano en el hemisferio sur. De esta forma, los partidos se disputan bajo un calor que, en algunos días, supera los 40 grados centígrados. Un factor ambiental que, unido a los altos niveles de humedad, convierte a la superficie dura en un auténtico infierno para los tenistas, así como para los propios espectadores que se dan cita en los estadios.
Una situación que se repite cada año, a pesar de la existencia de la regla del calor extremo presente en el torneo australiano, un protocolo de actuación destinado a proteger a los jugadores y el personal de pista. Por su condición de balear, Rafa Nadal es uno de los tenistas más acostumbrados al calor dentro del circuito ATP, además es un aliado indiscutible de su juego para que la pelota bote más.
A pesar de ello, el español ha sido uno de los más críticos con la organización del Abierto de Australia, ya que considera que las condiciones extremas ponen en peligro a los jugadores.
Al mismo tiempo, los conocidos problemas de sudor que sufre el balear le generan un mayor cansancio durante los partidos, e incluso en los propios entrenamientos. Un cansancio y un excesivo sudor que le debilitan más que en otros torneos de la temporada, por lo que pueden explicar en parte los récords de Nadal durante la primera gran cita del año.
Dificultad de la pista dura frente a otras superficies
Temporada tras temporada el calendario de Rafa Nadal está enfocado a la gira de tierra batida, concretamente desde que comienza el Masters 1.000 de Montecarlo hasta el final de Roland Garros.
El mejor deportista español de la historia trata de cuidarse al máximo durante cada año e intenta no regalar minutos a la pista, con el objetivo de alargar su carrera deportiva el máximo tiempo posible, tomando el ejemplo de Roger Federer. Además, no hay que olvidar que la pista dura es, históricamente, la que más perjudica a las articulaciones y las rodillas del balear, las cuales le dan problemas serios desde el año 2009, cuando sufrió una tendinitis cuadricipital en ambas rodillas.
La elección de los torneos afecta directamente a su preparación de cara al Abierto de Australia. Sin ir más lejos, el balear estuvo inactivo casi dos meses sin disputar un partido oficial hasta disputar la pasada edición del torneo celebrado en Melbourne. Unos factores que, unidos a sus problemas físicos, han influido en los récords de Nadal durante su trayectoria en cemento.
A pesar de ello, el manacorí cuenta con un balance positivo de 435 victorias y 128 derrotas en esta superficie, mientras que en el torneo australiano acumula 55 victorias y 12 derrotas. Unos datos positivos que indican que factores como el estrés en las rodillas, una consecuencia directa de la pista dura, o el nivel de sus rivales son determinantes en los récords de Nadal.
Importancia del servicio en la pista dura
El saque es una de las principales armas para los tenistas en superficies duras. Un componente que siempre ha penalizado a Rafa Nadal, ya que el balear no ha contado nunca con un primer y un segundo saque de primer nivel adaptado al cemento.
Un aspecto que ha mejorado mucho en los últimos años, especialmente agregando más potencia al primer servicio, aunque también se puede apreciar esa mejoría en el segundo servicio. De hecho, su porcentaje en el primer servicio en el Abierto de Australia se sitúa en el 69,02%, una cifra similar al rendimiento mostrado en Roland Garros (69,39%), US Open (67,23%) y Wimbledon (69,77%).
La carencia del manacorí sale a la luz a la hora de comparar su servicios con tenistas como Roger Federer o Novak Djoković, sus principales enemigos a lo largo de la temporada.
El español solo ha realizado 299 saques directos en los 67 partidos que ha disputado sobre la pista del Abierto de Australia. Por su parte, el suizo incrementa esa cantidad hasta los 1125 aces, mientras que el serbio se sitúa en el punto intermedio con 531.
Un aspecto vital para que los aficionados comprendan los récords de Nadal en el torneo australiano a lo largo de su trayectoria. Un torneo en el que volverá a buscar el éxito a partir del mes de enero con todas estas circunstancias en su contra.