Echamos la vista doce meses atrás y nos damos cuenta de que en un año pueden cambiar muchas cosas.

Que se lo digan a Lopetegui, que comenzó el año preparando con ilusión a la selección para el Mundial con Villar de presidente de la Federación. En cambio Zidane pasaba por un momento de dudas en el Real Madrid antes de ganar su tercera Champions League consecutiva.

Los atléticos lo comenzaban decepcionados por la eliminación en Champions sin saber que no era más que el primer paso para la conquista de dos títulos europeos, mientras que los culés con una liga y copa menos en su palmarés, no se imaginaban la pesadilla de Roma y que verían por última vez la magia de Iniesta en el Camp Nou.

Cristiano Ronaldo llevaba el 7 del Real Madrid y Griezmann parecía fuera del Atleti, mientras que Gabi sería el eterno capitán y Torres no había ganado ni un título con el equipo de su corazón. Luka Modrić no imaginaba lo que era saltar al campo con el brazalete de capitán en una final de la Copa del Mundo, y mucho menos que acabaría el año ofreciendo el Balón de Oro a su afición.

Los franceses comenzaban el año con una estrella menos en su pecho, y los españoles con una decepción menos en los penaltis.

El Valencia llevaba tres temporadas sin disputar Champions, y los sevillanos ni se imaginaban que los dos equipos de la ciudad conquistarían dos de los estadios más míticos del mundo; Old Trafford y San Siro.

El Valladolid empezaba el 2018 en mitad de la tabla, y lo acaba igual… pero en primera. En Huesca nunca habían experimentado el fútbol de primera división y en Vallecas la franja deambulaba por la categoría de plata.

Málaga, Depor y Las Palmas aún competían contra los grandes, y en Vitoria y Valencia aún no conocían los efectos de Abelardo y Paco López.

¡Pues sí que cambian las cosas en un año! ¿Qué nos deparará el 2019?