La España de Luis Enrique ha accedido a los octavos de final de esta Euro con un balance de 1 victoria (ante Eslovaquia) y 2 empates (frente a Suecia y Polonia). No es el bagaje deseado, aunque el triunfo ante el cuadro eslovaco por 0-5 ha esquilmado parte de la negatividad en torno a un combinado que ha cerrado la fase de grupos con 6 goles tras 48 disparos a portería.

Falló dos penaltis y no fueron pocas las ocasiones que se fueron al limbo en cada uno de los encuentros, en los que España se topó con defensas minadas. Como ante Suecia y Polonia, a las que España no supo desactivar con juego entre líneas en los últimos metros. Con la vía central sellada, los centros laterales coparon el plan de acción a pesar del compromiso en la presión y el esfuerzo por encontrar soluciones por el medio.

España es el equipo que hasta la fecha ha promediado un mayor índice de posesión de balón, un 68.7 por ciento. Sin embargo, el hecho de que su precisión en el pase caiga hasta el quinto lugar del escalafón (88.3 por ciento) nos muestra que el juego de España no está siendo todo lo fluido que le gustaría en los últimos metros.

Sobre todo, si tomamos como referencia los empates ante Suecia y Polonia, en los que se crearon ocasiones para haber ganado, e incluso se desperdició un penalti, aunque la sensación fue que las oportunidades llegaron más fruto del empuje que de la capacidad para desarbolar las líneas contrarias.  

No fue así ante la débil Eslovaquia, encuentro en el que también se falló un penalti. El equipo tuvo más aplomo en el medio del campo, lo que se tradujo en llegadas más incisivas y claras. De ahí un resultado (0-5) que eleva la moral colectiva antes del enfrentamiento de octavos de final ante Croacia.

El acierto de los delanteros

Los cambios introducidos por Luis Enrique funcionaron. Sergio Busquets, Azpilicueta y Sarabia aportaron empaque y último pase. No obstante, los que siguieron en fase depresiva fueron los delanteros de España; Álvaro Morata y Gerard Moreno, quienes suman un gol entre los dos. Además, ambos han errado una pena máxima.

El primero, que ha surgido siempre como la referencia en punta para Luis Enrique, carga con un mayor peso. Ha disfrutado de ocasiones claras, siendo uno de los jugadores del torneo que más disparos a portería ha realizado, un total de 6 de los 10 que ha intentado, de los cuales solo uno acabó en el fondo de las mallas.

Gerard Moreno, por su parte, ha jugado dos de los tres partidos de inicio y acumula un balance de 8 disparos; 2 a puerta y 6 fuera.

Ciertamente, dos delanteros que no están en la racha, aunque sumen más de 50 goles entre los dos en este curso. No es dudosa su capacidad y efectividad, pero, de momento, con España y en esta Eurocopa, su pólvora está mojada.

Habrá que ver si, como ocurre tantas veces con las secuencias de los delanteros, ante Croacia se rompe este ciclo y los puntales de la selección española mejoran sus índices de conversión, una vez, y a la luz de lo visto ante Eslovaquia, la entrada de Sergio Busquets y Sarabia (dos asistencias) ha afinado la zona de creación.

Un rival, Croacia, que España conoce bien tras sus últimos enfrentamientos en la UEFA Nations League y las dos últimas Eurocopas con desiguales desenlaces (dos victorias y dos derrotas), y que ha accedido a octavos tras empatar (1-1) con la República Checa y ganar (3-1) a Escocia.

Con todo esto, España afronta su compromiso de octavos de final fortalecida tras su contundente resultado ante Eslovaquia, y confiada en aprobar la asignatura que tiene pendiente; el tino de sus delanteros.

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