Sede y camino hasta la final

La fase final de la Eurocopa de 1964 se disputó en España. En el torneo participaron 29 selecciones. España llegó a la final venciendo en cuartos de final en dos partidos a Irlanda (5-1 y 2-0) y en semifinales a una competitiva selección de Hungría. En un emocionante partido que albergó un estadio Santiago Bernabéu lleno hasta la bandera, Amancio materializó un gol en la prórroga que llevó a España a la final. Las crónicas de la época destacan el papel de Luis Suárez, que por entonces había ganado la Copa de Europa con el Inter de Milán.

La final entre España y la Unión Soviética se disputó ante 79.000 espectadores en el estadio Santiago Bernabéu, que exhibió un lleno total en sus gradas. Por entonces, no había muchos televisores, así que solo unos cuantos elegidos pudieron ver la victoria española por 2 goles a 1.

Un rival prestigioso

Tras ganar en semifinales en el Camp Nou a Dinamarca con un demoledor 3 a 0, la Unión Soviética fue el rival de España en la final de la Eurocopa. Se le denominaba en España como “los diablos rojos”. El equipo estaba claramente liderado por Lev Yashin, apodado la araña negra, para muchos el mejor portero de la historia del fútbol. Su porte era característico, ya que usaba guantes y rodilleras, no dudaba en salir del área y tenía una actitud de director de orquesta en el terreno de juego. Aunque fuera el capitán simbólico, el capitán real era Valentín Ivanov, delantero que anotó 26 goles en toda su carrera con su selección. La Unión Soviética era por entonces la vigente campeona de la competición, ya que se hizo con el primer campeonato europeo, en 1960, ganando en la final a Yugoslavia.

Cómo fue el partido

El partido, como era de prever, resultó muy disputado. La Unión Soviética partía como favorita, pero España jugaba ante su afición y contaba con un jugador diferencial en Europa: Luis Suárez. La jugada favorita de la selección ese torneo, los centros de Suárez que remataba otro compañero, pronto dieron ventaja al combinado español. Pereda fusiló a Yashin tras un centro del primero. Poco le duró la ventaja a España, que vio cómo Kushainov firmó las tablas con tiro lejano con bote que no pudo atajar Iribar. Al descanso, el partido reflejaba máxima igualdad: 1 a 1. 

El gol final

La prórroga ya se palpaba por todo el estadio. Corría el minuto 84, cuando Chus Pereda realizó un espectacular regate en la banda, deshaciéndose del pegajoso Mudrik, y centrando hacia el área soviética. Entonces, Marcelino, dibujó un escorzo de ensueño en el aire rematando de cabeza hacia el fondo de las mallas de la araña negra. Yashin solo pudo ver la pelota entrar. De ahí al final, lo de siempre, muchos nervios, pero poco juego. Y un final que supuso la primera gran conquista internacional de la Selección Española de Fútbol.

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