Los equipos que se juegan el descenso normalmente esperan con ansias la llegada del parón navideño, ya que suele ser el momento donde se ponen todas las esperanzas para dar un giro a la temporada a base de fichajes que corrijan los defectos de la plantilla. Caso contrario al Leganés, para el que el paso del mercado invernal ha sido un infierno.

El Leganés planteaba el mercado de invierno sin demasiada necesidad, a pesar del mal comienzo liguero. Con la llegada de Javier Aguirre al banquillo el conjunto pepinero parecía que había dado con la tecla y tanto juego como resultados cada vez iban a mejor. En estas, el Lega estaba más preocupado en mantener el bloque que en seguir reforzándose.

Así, empezaba enero e iban avanzando los días del mercado hasta que a dos semanas del cierre de mercado el Sevilla depositaba la cláusula de En-Nesyri. El Leganés se veía obligado a desprenderse de uno de sus delanteros titulares, ya que los andaluces pagaban los 20M de cláusula que tenía el delantero marroquí. El pago de la cláusula de uno de los delanteros titulares a mitad de temporada no es una buena noticia, pero aún así el Lega tenía en la cabeza esta posibilidad, y disponía de jugadores de la talla de Guido Carrillo para cubrir la plaza de En-Nesyri. Además, el conjunto pepinero aprovechó el cierre de mercado para incorporar sobre la bocina a Bryan Gil, procedente del Sevilla; a Miguel Ángel Guerrero, procedente del Olympiakos; y a Roger Assalé, procedente del Young Boys, para paliar la importante baja del delantero marroquí.

Una vez cerrado el mercado invernal parecía que volvía la calma, y el Lega podría volver a centrarse en lo deportivo para buscar la permanencia, hasta que se cruzó por el camino el FC Barcelona y una de las normas más injustas del fútbol español.

En febrero, el extremo blaugrana Dembélé cayó lesionado de gravedad, y el reglamento español permite fichar en el caso de que se acredite que un jugador de tu plantilla estará de baja más de 6 meses, como era el caso de Dembélé. Así, con esta prerrogativa a favor del Barça, los culés acudían al mercado, con tan mala fortuna para el CD Leganés que los culés se fijaron en su otro delantero titular, Martin Braithwaite. No pasó desapercibido para Quique Setién el gran nivel que demostró el danés en el Leganés. El FC Barcelona no dudó en depositar la cláusula de rescisión de Braithwaite, dejando al Leganés en solo un mes sin sus dos delanteros titulares a falta de 3 meses para el final de LaLiga.

Y aquí es donde se produce la gran injusticia en contra del Lega. La normativa da la posibilidad de fichar al Barça para sustituir a un jugador lesionado, pero incomprensiblemente no sigue el mismo criterio para que el Lega pueda fichar después de perder a un jugador por el pago de una cláusula fuera de mercado.

El conjunto pepinero ha peleado hasta el último momento que se cambie la norma y le permitan acudir al mercado para reforzarse por la inesperada baja de Braithwaite, aplicando la misma lógica que permitió al Barça fichar para suplir a Dembélé, pero la RFEF le ha negado la posibilidad. Se alega que si el Leganés ficha, otro club se vería en el mismo problema, dando con una cadena de fichajes fuera de mercado inagotable. Y es cierto, pero la norma actual atenta contra la igualdad de los clubes, como defiende el Leganés; o todos los clubes pueden fichar fuera de mercado cuando pierden un jugador o ninguno.

En este caso, además, el FC Barcelona es un club con potencial económico suficiente como para armar una plantilla que haga frente a potenciales lesiones duraderas a lo largo de la temporada. Con esta normativa, lo único que se consigue es pasar el problema de falta de delanteros que tenía un grande como el Barça a un equipo más humilde como el Leganés. Si el FC Barcelona no ha sido capaz de formar una plantilla lo suficientemente amplia a principio de temporada no tiene por qué pagarlo un Leganés que se juega la vida en las próximas 12 jornadas sin su ‘9’ titular.