El año de 2020 fue un año decisivo en muchos sentidos. Cambió la manera como trabajamos, como nos relacionamos y también, como nos entretenemos.

Según Conviva, plataforma de inteligencia en tiempo real para medios de transmisión optimizados, por ejemplo, el tiempo de utilización de streamings aumentó en 63% en relación a 2019. No lo podemos negar: estamos pasando mucho más tiempo delante de las pantallas.

Pero, ¿cuáles son los impactos de ese gran consumo de series y películas en nosotros cómo indivíduos y como sociedad? Y ¿cómo ese consumo podría estar interfiriendo en nuestro comportamiento? Es eso lo que nuestro equipo de casino online quiere descubrir.

Las conjeturas por aquí son muchas. Hay quien conteste que impacta la manera como nos vestimos, comemos y hablamos. Otros dicen que induce nuestras voluntades, sea en qué comprar, a dónde viajar o incluso qué canción queremos oír. Y todavía hay quien afirme que hasta nuestras opiniones (o sus cambios) pueden estar directamente relacionadas a la serie que estamos viendo en la semana.

En un primer momento, parece hasta un poco radical, ¿no es? Sin embargo, según la psicóloga clínica, maestra y doctora por la Unesp, Deborah Perez, las producciones audiovisuales hacen más de que impactar: ellas ayudan a formar nuestra personalidad como un todo. “El ser humano es lo que es al estar en el mundo: actuar, producir, consumir, relacionarse... De esa manera, hay influencia directa de la producción de medios en nuestra subjetividad”, afirma.

Y es por eso que, sí, después de asistir a una serie de gran éxito, pasamos a reproducir las más diversas características o situaciones de los personajes. “La imitación se da de manera natural, pues el ser humano es un gregario. Eso significa que somos naturalmente sociales y necesitamos de otro para mirar para si mismos, para identificar lo que en ellos se parecen o se diferencian. Todo ese proceso adquirido de las producciones de medios funciona como una ancla para el autoconocimiento”, dice Deborah.

Pero, en la práctica, ¿es así mismo que sucede? ¿Conseguimos transponer la teoría y aplicarla en el día a día? ¿Es posible, de hecho, observar esos cambios, que incorporan la ficción en la realidad? A fin de contestar esas cuestiones, separamos tres series de gran éxito para analizar sus influencias.


De jugar ajedrez a usar sombrero de copa ¿qué estamos haciendo de distinto hoy?

'Gámbito de dama' trae Anya Taylor- Joy como Beth Harmon, chica problema y prodigio del ajedrez en los años 50, luchando para vencer el campeonato mundial dominado por los rusos. Parece una premisa simple- y es-, pero el gran hecho de la serie fue desconstruir la idea de que el ajedrez es un deporte intelectual, complejo y serio, y transformarlo en algo pop.

Dicho y hecho: en 28 días, la mini-serie se tornó la más asistida de la historia de Netflix, siendo reproducida en 62 millones de casas alrededor del mundo, Pero, lo creas o no, el éxito de la trama no para por ahí:

 

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Hay quien diga que el éxito de 'Emily en París' se debe solamente al formato leve de los episodios, pero, en realidad, es mucho más de que eso. Son los vestuarios, la fotografía, los puntos turísticos clásicos de París y la receta ya consagrada de la comedia romántica. No había margen de error. Y no lo hubo. 

La serie, que cuenta la historia de Emily, protagonizada por Lily Collins, una joven ejecutiva de marketing que se traslada a una agencia de publicidad especializada en el competitivo y feroz mundo de la moda en París. La serie fue la más maratonada del mundo en la semana de su lanzamiento. Además de eso, influenció directamente la moda, el turismo y el consumo de determinadas piezas:

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Que la Princesa Diana y Kate Middleton son iconos de estilo ya lo sabíamos, pero ¿quién diría que toda la família real también podría ser? 'The Crown', la serie sobre la realeza británica que ya cuenta con cuatro temporadas en Netflix, consiguió este hecho.

Y eso es solo un olor de influencia de 'The Crown' en la sociedad, si comparado al hecho de que la serie impacta no solo la manera como nos vestimos, pero también la manera como los británicos ven la familia real hoy en día.
Con el aumento del consumo de streaming, es natural que la industria cree más producciones que tengan oportunidad de caer en el gusto del público. media

De acuerdo con Flávia Mendonça, socióloga graduada por la UNB, actualmente mestranda en sociología también por la UNB y especializada en Sociología de la Cultura, existe lógica y fórmula para el éxito en el audiovisual.

“En el audiovisual tiene siempre mucha análisis de datos, estudios y investigaciones de mercado. Las plataformas digitales de streaming, por ejemplo, consiguen facilmente trazar el perfil de los firmantes y, con eso, producir productos basados en lo que hace más éxito”, afirma Flávia.

Entonces, ¿por qué inovar si lo que hace una producción tornarse bien sucedida es comprobado?

Bueno, es por eso que existen tantas series con narrativas, temáticas y ritmos similares. Nada es por acaso y progresivamente seremos (todavía) más impactados por producciones como las analizadas arriba.

Expandiendo el universo

Tales consecuencias no se restringen a pocas series. Al revés, cada vez más el consumo de producciones audiovisuales (películas, reality shows, telenovelas) en plataformas digitales tiene intensificado. Entonces, siguiendo la misma lógica, esas producciones impactan la sociedad y hacen con que las personas incorporen sus elementos de manera muy semejante.

Una de las maneras de medir esa influencia es por las búsquedas en Google. A final, hay una relación directa entre la curiosidad sobre algo y la búsqueda en los mecanismos de investigación.

En el infográfico abajo, comparamos el aumento de interés en determinadas palabras- clave tras el lanzamiento de los más diversos tipos de productos audiovisuales. ¡Revisa!

 

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